Más de 600 haitianos y militares chilenos participaron en la "II Carrera por la Paz", organizada por el Batallón Chile XVIII, de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), en la ciudad Cabo Haitiano.
El Ejército de Chile informó este viernes que en la carrera de 3 y 6 kilómetros se inscribieron 500 haitianos, además de 50 niños, 60 mujeres y un discapacitado, quienes, junto a 100 efectivos chilenos y de la Minustah, participaron en esta iniciativa, que busca el desarrollo deportivo, la unión y cercanía de la poblción y los uniformados.
Los recorridos fueron demarcados por las calles centrales de Cabo Haitiano y el sector del Boulevard, zona costera de la ciudad, donde militares, miembros de la Policía Nacional Haitiana y organizadores informaron a los competidores sobre la competencia.
Según la teniente Daniela Arenas, esta actividad tuvo como objetivo acercar al personal que trabaja para Minustah a la ciudadanía.
"Tiene el mismo propósito que la entrega de útiles escolares, de agua y las visitas a orfanatos: entregarle a la sociedad haitiana actividades de esparcimiento y educación y, principalmente, promover el acercamiento entre militares y la comunidad local", dijo.
El comandante del Batallón Chile XVIII, teniente coronel Sergio Estévez, entregó las medallas a los ganadores en cada categoría y felicitó a los deportistas participantes.
Señaló que "hoy el gran vencedor de la carrera somos todos nosotros, quienes trabajamos por la paz y estabilización de nuestro pueblo hermano de Haití".
Ese batallón, que fue desplegado en la isla caribeña en julio de 2012, está compuesto por personal del Ejército, Armada y Fuerza Aérea de Chile y su labor consiste en garantizar la seguridad en esa ciudad portuaria.
Doce carros Mowag, 33 vehículos militares y más de 350 efectivos, repartidos entre los cuarteles "Carrera", "O'Higgins" y "Prat", patrullan día a día las distintas zonas del norte haitiano donde se requiere establecer presencia de Naciones Unidas.
"Los patrullajes, tanto pedestres como movilizados, son de vital importancia en esta zona ya que la estabilidad del pueblo se ha mantenido en un buen nivel, debido a la baja en asesinatos, desórdenes, delincuencia e inestabilidad social", indicó el Ejército.
Esa unidad chilena trabaja con la Policía Nacional de Haití (PNH) y la Policía de Naciones Unidas (UNPOL), para dar seguridad a habitantes de la ciudad y alrededores.
Según el Ejército chileno, "hay una gran diferencia con lo que ocurría hace ocho años atrás, cuando se desató el desorden social debido a inconvenientes políticos y económicos que sus líderes no pudieron controlar".
"Los 'cascos azules' chilenos son soldados cercanos a la población. A plena luz del día, grupos de seis uniformados se desplazan por el centro de la ciudad de Cabo Haitiano con el objeto de resguardar la seguridad de la población local y poder identificar los focos de violencia y narcotráficos", agregó.
A solicitud de Naciones Unidas, en el 2004, Chile, Brasil, Argentina, Uruguay y otros países enviaron fuerzas militares para controlar la situación en la isla, tras la caída del entonces presidente Jean-Bertrand Aristide.
Actualmente, los efectivos nacionales realizan sus labores de patrullaje en diversas partes del país, bajo la dirección del Cuartel General de Naciones Unidas.