La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy, en su mensaje de Navidad transmitido por cadena nacional, que "estamos en el rumbo cierto", destacando entre las conquistas de su gobierno el bajo desempleo, la lucha contra la miseria, la estabilidad económica y la búsqueda por mayor competividad.
En un mensaje grabado en que detalló todas las áreas principales de su gestión en el último año, la mandataria pidió a los brasileños "confianza en Brasil" y a los empresarios que inviertan en el país.
"Este es un gobierno que confía en su pueblo, en su empresariado, que respeta contratos y está empeñado en la construcción de nuevas parcerías entre los sectores público y privado", afirmó Rousseff, quien asumió la Presidencia el 1 de enero de 2011.
La jefa de Estado puntualizó que en sus dos primeros años de mandato fueron creados 4 millones de nuevos empleos formales, 1,7 millones de ellos en 2012, y que el programa Brasil Sin Miseria retiró de la pobreza extrema a 16,4 millones de personas.
Dijo que la inflación continúa bajo control, la tasa de cambio es más favorable a los exportadores y fueron creadas condiciones para que la tasa básica de interés cayera "al menor nivel de la historia".
"Elevamos nuestras reservas para 379.000 millones de dólares, lo que representa una seguridad para Brasil frente a la inestabilidad de la economía mundial", agregó.
Destacó que este año el gobierno lanzó programas de modernización y apertura a la iniciativa privada de puertos, grandes aeropuertos, ferrocarriles y rutas.
"Hemos ampliado el crédito para estimular las inversiones privadas y hemos disminuido impuestos, intereses y desonerado la hoja de pago de las empresas sin reducir ningún derecho de los trabajadores", resaltó.
Señaló que 2013 será el año de ampliar el diálogo con todos los sectores de la sociedad, acelerar obras, mejorar la calidad de los servicios públicos y continuar defendiendo el empleo y el salario.
Recordó que Brasil recibirá las copas de fútbol Confederaciones 2013 y del Mundo 2014 y los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016, lo que será una muestra no sólo de la hospitalidad del pueblo brasileño, sino también de "nuestra capacidad de hacer".
Celebró la inauguración, la semana pasada, de los dos primeros estadios que serán sede de la Copa del Mundo 2014, y que al comienzo del año próximo serán entregados otros cuatro estadios, que serán utilizados en la Copa de las Confederaciones.
"Entremos en la recta final de la preparación para realizar la mejor Copa del Mundo de todos los tiempos, que será un éxito dentro y fuera de los campos", aseguró.
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