El presidente, visiblemente conmovido, también confirmó que perdió a algunos familiares muy cercanos. "Sé cómo se sienten, al haber perdido personalmente a familiares muy cercanos. Pido a Dios que nos brinde a todos nosotros consuelo para enfrentar esta tragedia".
Kenyatta declaró que "los despreciables perpetradores de este acto cobarde deseaban intimidar, dividir y causar desaliento entre los kenianos".