El líder de 23 años de edad visitó las principales salas del templo, rindió homenaje y presentó su propia hada --una seda blanca larga tipo bufanda usada por los tibetanos para bendiciones-- a las estatuas de budas, en especial al tesoro de la casa de Jokhang, una estatua de Buda Sakyamuni traída al templo por la princesa Wencheng de la Dinastía Tang en el siglo VII.