En una entrevista por teléfono, el director de la escuela, de apellido Chen, confesó que estaba al tanto de la situación, pero que desconocía los detalles, y dijo: “Hace unos días recibí de los jefes el aviso que nos exigía estrictamente prestar atención a la seguridad frente a la posible agresión de los cocodrilos”. Los alumnos y padres del lugar también expresaron su preocupación luego de enterarse de la noticia de la fuga de los cocodrilos, y agregaron: “Dicen que los cocodrilos comen la gente, por lo que no nos atrevemos a nadar en el río.”