Dijo que su primer salto estuvo lleno de emociones y curiosidad, pero que hubo temores cuando comenzó su segundo salto.
"Todas las chicas lloramos mientras cantábamos una canción inspiradora, 'Un héroe nunca muere', en camino de regreso del entrenamiento", recordó.
Con nueve años de experiencia como piloto de transporte y 1.600 horas de vuelo, Wang cumplió las misiones de rescate y asistencia tras el devastador terremoto de Wenchan en mayo de 2008, dispersión de nubes y redución de lluvia para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímicos de Beijing, así como combate a la sequía en Shandong.
Wang se incorporó a la segunda partida de astronautas de China en mayo de 2010 luego de una selección estricta.
La labor más ardua para ella fue entrenar bajo un ambiente de hipergravedad. Wang estuvo preocupada por el intenso entrenamiento que sobrepasó sus límites físicos en el muy principio.
Tras pedir consejo a otros astronautas veteranos y dedicarse a entrenamiento más intensos, Wang cumplió fácilmente con los criterios el año siguiente.
Como muchos jóvenes chinos, a Wang le gustan la fotografía, la música y el baloncesto. Más allá de la imaginación de mucha gente, ella es una alera excelente en la cancha de baloncesto.