Siendo respectivamente el mayor país en desarrollo y la mayor nación desarrollada, China y Estados Unidos tienen mucho que ganar a través de la cooperación como para optar por la confrontación.
Conducir la cooperación bilateral es una firme voluntad política que las dos partes han mantenido a lo largo de décadas de interacción. En el fondo hay una red multinivel de mecanismos de diálogo y consultas entre ellos y una sólida base de apoyo público en ambos países.
Las tendencias de los tiempos, como la multipolarización política y la globalización económica, también han proporcionado un ambiente favorable para que los dos países logren su visión de un nuevo modelo de relaciones entre grandes potencias.