Imagen cedida por la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO, por sus siglas en inglés) el 12 de marzo de 2012, de la vista aérea de las antenas del proyecto Atacama Large Millimeter Array (ALMA, por sus siglas en inglés) cuyo objetivo es desarrollar un telescopio sin paralelo en el mundo.
El complejo demandó una inversión de 1.500 millones de dólares, el cual a diferencia de los telescopios ópticos, este funciona como radiotelescopios que captan longitudes de onda, lo que le permitirá captar señales donde la luz no atraviesa o es muy débil.
Este observatorio será capaz de observar el universo detectando un rango de luz invisible para el ojo humano, lo que permitirá mostrar detalles antes nunca vistos del nacimiento de las estrellas, galaxias jóvenes en el universo temprano y planetas formándose alrededor de soles distantes.
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