Imagen de archivo del 25 de octubre de 2012 del ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, participando en una conferencia de prensa, en Jerusalén, Israel.
Al mismo tiempo, Weinstein anunció el cierre del principal caso contra Lieberman por acusaciones de lavado de dinero, sobornos y fraude, luego de una investigación de 12 años.
Lieberman era sospechoso de haber recibido millones de dólares de empresarios privados mediante compañías informales cuando ocupó cargos públicos.
El fiscal explicó que cerró el caso principal porque la evidencia podía ser interpretada de diversas maneras y no había testigos que desearan o pudieran testificar en su contra.
La ley israelí establece que si un miembro en funciones del gabinete es enjuiciado por un delito grave, él o ella debe renunciar o ser destituido, aunque la normatividad es poco clara.
En caso de que Lieberman sea condenado o admita un pacto de culpabilidad, su sentencia determinará su carrera política.
Lieberman ha estado en el ojo del huracán en medio de un conflicto diplomático luego de la decisión de Israel de construir 3.000 viviendas en Cisjordania, Jerusalén Oriental y el área E1 que las conecta.