ROMA, 14 ene (Xinhua) -- La policía de Italia decomisó hoy activos por valor de 44 millones de euros (60 millones de dólares) presuntamente pertenecientes al poderoso clan Mallardo vinculado con la mafia.
Los activos incluyen 152 edificios y oficinas, varias cuentas bancarias y propiedades de 12 compañías con sede en Roma, Nápoles y la provincia de Caserta, los cuales eran presuntamente utilizados para lavar "dinero sucio", principalmente en los negocios de la construcción y de abasto de energía doméstica, se indicó en el informe policial.
Un total de 100 policías de la "Guardia di Finanza" llevaron a cabo la operación.
La nueva investigación en torno a los negocios del clan Mallardo fue emprendida el año pasado a partir de información ofrecida por varios informantes de la Camorra, quienes revelaron la red financiera de sociedades e inversiones del clan Mallardo, según el informe policial.
Todos los activos confiscados hoy están relacionados con tres empresarios, Michele Palumbo, Angela Sequino y Francesco Biagio Russo, quienes fueron acusados de estar asociados con el clan. Los empresarios habrían fundado una nueva "célula" en Roma que operaba en estricta conexión con los Mallardo.
Las tres personas son acusadas específicamente de operar todos sus negocios en nombre del jefe del clan, Feliciano Mallardo, quien fue arrestado en una operación antimafia similar realizada en mayo de 2011, en la cual los activos de la familia de Mallardo por valor de 600 millones de euros también fueron incautados, agregó el informe de la policía.
El clan Mallardo es uno clan de la Camorra que opera desde la pequeña localidad de Guigliano en Campania, en el norte de Nápoles.
Las últimas operaciones de la policía aún no han confirmado cuánto ha crecido su red empresarial y en qué medida está conectada con las propiedades y actividades en la capital italiana y en las áreas circundantes.
Durante mucho tiempo se creyó que Roma era "impermeable" a los sindicatos de crimen organizado de la mafia, según los expertos, pero ha estado bajo un cuidadoso escrutinio de los fiscales y de la policía en los últimos años.
Las autoridades italianas se han concentrado de manera creciente en los activos económicos de los clanes de la mafia, una estrategia encaminada a debilitar los sindicatos del crimen organizado al atacarlos en el centro de sus negocios y al dificultarles el lavado e inversión de su dinero.