El Ministerio de Salud de China establecerá en los próximos cinco años una red nacional para observar el impacto a largo plazo de la contaminación ambiental crónica sobre la salud humana, dijo el lunes un medio estatal.
La red unificará datos de distintos lugares del país sobre la denominada PM2,5, o materia particulada con un diámetro de 2,5 micrómetros, señaló el informe de la agencia estatal de noticias Xinhua, que citó un comunicado del ministerio.
"El documento indicó que la ausencia de un sistema de monitorización sistemática a largo plazo ha impedido al país descubrir la relación entre la contaminación del aire y la salud humana", declaró el reporte.
La red cubrirá primero las ciudades en las que el esmog es más prevalente, agregó.
"La evaluación se basará en el análisis integrado y a largo plazo de los datos de la PM2,5, información climática y casos de enfermedades y muertes de residentes locales", señaló Xinhua.
Un estudio internacional publicado en julio mostró que la polución ambiental está acortando unos 5,5 años la vida de las personas en el norte de China, comparado con las del sur del país, como consecuencia de una política que permite el libre uso del carbón para calefacción en la zona boreal.
La calidad del aire es un tema de creciente preocupación para los líderes chinos obsesionados con la estabilidad y ansiosos por dosificar el descontento social a medida que la población, cada vez más abundante y urbana, se resiste al modelo económico de "crecimiento a cualquier coste" que ha contaminado gran parte del aire, el agua y el suelo del gigante asiático.
El Gobierno ha anunciado muchos planes para combatir la polución a lo largo de los años, pero ha logrado pocos avances visibles, especialmente en el norte y noreste del país.
La semana pasada, el índice PM2,5 alcanzó una lectura de 1.000 en algunas áreas de Harbin, la capital de la provincia nororiental de Heilongjiang, lo que llevó prácticamente a una paralización total de la ciudad que alberga a 11 millones de personas.
Un nivel por encima de 300 en el índice se considera peligroso, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda valores diarios de no más de 20.