El perfil de los vagabundos típicos de Lisboa, capital de Portugal, ha cambiado durante los últimos años, informó hoy la organización social Santa Casa de la Misericordia de Lisboa al abordar la Estrategia Nacional para la Integración de Personas sin hogar.
Las personas sin techo son ahora más jóvenes, sin problemas de sanidad mental o toxico dependencia, como era más habitual encontrar en el pasado en las calles de Lisboa, según el análisis de la entidad de ayuda social.
"Hace unos años el vagabundo típico de Lisboa era hombre, con más de 50 años y en el 80 por ciento de los casos con problemas de salud mental o de tóxico dependencia", explicó este miércoles la directora de la acción social de la Misericordia de Lisboa, Rita Valadas.
"Ahora empiezan a aparecer personas bastante más jóvenes, que no tienen esas características y también encontramos parejas e incluso familias", añadió la responsable de la Santa Casa de la Misericordia, al señalar que a pesar de ser una realidad todavía no existen números concretos sobre las personas que viven en las calles.
Los datos del censo de 2011 arrojaron la existencia de 696 vagabundos en Portugal, de los cuales, 241 se encontraban en las calles de Lisboa, un número que según Valadas es mucho inferior del real.
"Es muy difícil hacer una estadística adecuada porque los vagabundos no responden a las encuestas y evitan ser identificados", explicó.
Aún así, para una mejor identificación del número de personas que se encuentran en esta situación, hace cuatro años el gobierno portugués lanzó una estrategia nacional para la creación de una base de datos con el número de vagabundos.
"El fenómeno no es muy grave porque hacemos lo posible para que las personas no estén demasiado tiempo en la calle, pero la verdad es que es una situación que está aumentando", agregó Valadas.