El ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, reconoció hoy el alto número de suicidios entre la población chilena de 10 a 19 años, con una prevalencia que alcanza los 8 casos por cada 100.000 jóvenes.
"Es una señal de alerta, una situación dolorosa", dijo Mañalich al comentar el Informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), "Panorama Salud 2011 y sus indicadores", basado en estudios oficiales de Chile.
"De nuevo Chile se pone colorado, porque la velocidad que aumenta la tasa de suicidio es una de las más altas del mundo", dijo el funcionario.
Expuso que en lo que toca al suicidio adolescente "al resto de los países les va mejor", pero en Chile "estamos observando un incremento sistemático".
Cifras del Ministerio de Salud indican que en 2000 se suicidaban cuatro de cada 100.000 personas entre 10 y 19 años, pero la cifra en 2010 se elevó a ocho y se estima que para 2020 alcanzará los 12 suicidios por cada 100.000 jóvenes, un incremento del 200 por ciento.
El estudio realizado entre enero y diciembre del 2011, indicó que 24 por ciento de los jóvenes entre 10 y 14 años tiene alteraciones en su estado de ánimo. De ellos, 1,2 por ciento presenta ideas suicidas.
"Nos resulta doloroso el aumento tan violento que estamos enfrentando en las tasas de suicidio adolescente. Esta es una señal de alarma, una alerta roja a la cual tenemos que atender y poner todo lo que está en nuestras manos para salir de esa tendencia que es tan fatídica", dijo el funcionario.
Añadió que "Un joven que se suicida es un fracaso en toda la sociedad".
"Es un drama creciente para nuestra juventud, que es enfrentarse a problemas de ánimo, de depresión, que pueden llevar a la decisión de quitarse la vida", agregó acompañado por el titular de Educación, Harald Beyer.
De acuerdo al estudio, los menores que presentan ideas suicidas tienen mayores porcentajes de experiencias de casos de violencia escolar y violencia intrafamiliar, además de antecedentes familiares con adicciones al alcohol, las drogas y trastornos psicológicos en su familia.
Además, 24 por ciento de los adolescentes presenta alguna alteración del ánimo, incluyendo niveles de ansiedad y angustia y de agresividad u hostilidad.
De igual forma, el estudio llamó la atención de las autoridades sobre las conductas sexuales de los adolescentes. Según los datos, sólo el 40,3 por ciento de los menores que reconoció mantener relaciones sexuales, usa condón y el 35,7 por ciento recurre a los anticonceptivos.
Además, el 11 por ciento de estos menores afirma que mantuvo relaciones sexuales bajo algún grado de coerción.
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