Al menos 11 personas fueron asesinadas en Sao Paulo en las últimas horas, en un nuevo capítulo de violencia que desde octubre castiga a la mayor ciudad de Brasil, mientras que una ola vandálica sacudió por cuarta noche consecutiva la sureña Santa Catarina, indicaron hoy fuentes oficiales.
Dos hombres fueron muertos por desconocidos en la zona sur de Sao Paulo y otras cinco personas resultaron heridas en tiroteos en tres distintos puntos de la ciudad, informó la Policía Militarizada.
En la región metropolitana, dos hombres murieron y tres resultaron heridos por bala en Pirapora de Bom Jesus, en un ataque perpetrado desde una moto, mientras que en Itapevi, dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en un ataque más.
La policía informó que tres agentes fueron tiroteados en la zona sur de la capital paulista. Uno de ellos fue tiroteado por dos hombres a bordo de un automóvil cuando estaba fuera de servicio y paseaba por una calle de la zona sur.
En la misma zona, otro policía fue atacado por dos hombres a bordo de una moto, aunque su estado de salud no corre peligro.
Un tercer policía que estaba en un establecimiento de la zona cuando dos hombres intentaron asaltar el local, fue herido en el incidente junto con un civil también en el lugar.
En la ciudad de Araraquara, a 280 kilómetros de Sao Paulo, cinco personas murieron asesinadas en sólo 30 minutos en tres barrios del municipio, según fuentes policiales, que investigan el móvil y la relación entre los crímenes.
Las autoridades atribuyen los ataques a la banda criminal Primer Comando de la Capital (PCC), cuyas órdenes serían dadas desde prisiones de Sao Paulo en represalia al aumento del control y vigilancia policial en favelas controladas por el grupo.
Santa Catarina, sur de Brasil, también vivió su cuarta noche consecutiva de violencia tras el incendio premeditado de una escuela pública y ocho autobuses, en uno de los cuales dos personas, el conductor y el cobrador, sufrieron quemaduras en las piernas.
La mayoría de los ataques se registró en la área metropolitana de la capital regional, Florianópolis, y los criminales ordenaron que todos los ocupantes desalojaran los autobuses antes de prender fuego a las unidades.
Desde el pasado lunes, 29 personas han sido detenidas en la región por su vinculación con una treintena de ataques, según un balance oficial divulgado hoy por la Secretaría de Seguridad Pública regional.
Las autoridades atribuyen gran parte de los atentados en la región a bandas armadas, que operan en las cárceles, aunque también a "oportunistas que aprovechan la situación para practicar actos de vandalismo", según el comandante general de la Policía Militarizada, Nazareno Marcineiro.
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