El multimillonario estadounidense Donald Trump invertirá en la construcción de un polo residencial y empresarial que debe revitalizar la zona portuaria de Río de Janeiro, en la actualidad abandonada y degradada, informó hoy su conglomerado empresarial.
El proyecto servirá para edificar cinco torres de 150 metros de altura y 38 pisos cada una, que tendrán el nombre de Trump Towers Rio y que estarán situadas en un espacio que ocupará un área total de 332.000 metros cuadrados, según el proyecto presentado este martes por el hijo del magnate, Donald Trump Jr, y el alcalde de Río, Eduardo Paes.
La iniciativa contará además con la construcción de cuatro kilómetros de túneles, otros 17 de ciclovías y la rehabilitación de 700 kilómetros de infraestructuras urbanas, como cloacas, alumbrado público, gas natural y una nueva red de fibra óptica, en un intento de revitalización de la zona portuaria de la urbe brasileña, que forma parte de las obras que la ciudad emprende para los Juego Olímpicos de 2016 que alojará.
Además de la Organización Trump, en el proyecto del complejo empresarial y residencial participan otros grupos como MRP International, el fondo de capital de riesgo Salamanca, la constructora brasileña Even y la Caixa Económica Federal, segundo mayor banco estatal del país.
Al respecto, el presidente de MRP International en Brasil, Stefan Ivanov, comparó el proyecto al que ya vivieron otras ciudades como Buenos Aires (Puerto Madero) o Bilbao (en la zona del Museo Guggenheim).
Ivanov anunció que las dos primeras torres empezarán a ser edificadas en el segundo semestre de 2013, mientras que la edificación de las otras se acelerará "dependiendo de la demanda", así como que "el propio mercado va a definir" el precio de los espacios.
La obra, de la que no se divulgó el costo, es la primera de la Organización Trump en Brasil, aunque el hijo del magnate ya anunció que la familia pretende expandir su imperio hotelero en el país sudamericano.
Por su parte, el alcalde Eduardo Paes agradeció "la confianza" puesta en la ciudad brasileña y destacó que se trata de una "apuesta a largo plazo para consolidarse tras los eventos" que acogerá próximamente Río de Janeiro: la Copa Confederaciones 2013, la Copa del Mundo de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016