Por Yan Maoqiang
Huang Xinsheng, de 51 años, que se desempeña como trabajadora de saneamiento en Changsha, provincia de Hunan, en los últimos cuatro años ha escrito más de 300 poemas y novelas.
Todas las mañanas a las 6:00 am, Huang se presentaba en la carretera Yuehua de Changsha. La distancia desde allí hasta la puerta este del Tercer Hospital Xiangya de la Universidad Central del Sur mide un kilómetro que ella tiene que sanear.
Cuando Huang regresa a casa, comienza la escritora. Con lápiz y papeles en la mano, continua limpiando su mente y espíritu mediante poemas y novelas.
Huang, que creció en la zona rural de la provincia de Hunan, desde muy joven amaba escribir. Siempre quiso ir más allá de su pueblo y experimentar el mundo exterior.
Sin embargo, sufrió un duro golpe cuando falló su examen nacional de ingreso a la universidad y tuvo que tomar una decisión difícil. Para mantener la educación de sus dos hermanos menores, Huang renunció a la opción de repetir su grado y eligió trabajar en la ciudad para mantener a su familia.
Durante sus días en trabajos ocasionales en la ciudad, la pasión de Huang por la escritura y la literatura persistió y se convirtió en hábito. En su tiempo libre, escribía poemas en papeles de desecho y sus escritos a menudo eran aplaudidos por sus compañeros de trabajo, que realmente disfrutaban leyendo su trabajo.
"En mi pueblo natal, muchas personas se sentían realizadas solo por tener suficiente comida, pero no quería detenerme allí. Anhelaba un trabajo y tener mi propia sala de estudio, estanterías y un escritorio. Después del trabajo, quería poder sentarme tranquilamente en mi escritorio a leer libros. En ese momento, creí firmemente que tendría la oportunidad de realizar este sueño, y lo lograré", prometió Huang.
Huang finalmente se casó y tuvo hijos, y en 2014, se mudó a Changsha y se convirtió en trabajadora de limpieza y saneamiento después de que su esposo falleciera en un accidente.
En este momento de su vida, leer y escribir no solo eran las herramientas de Huang para realizar su sueño, era su medicina contra la tristeza y la desgracia.
La casa de Huang está llena de libros. Ella trata a los libros como alimento del espíritu y su misión es leer todos los días. Es ahorrativa con sus gastos, pero nunca tacaña cuando se trata de comprar libros. Visitar la biblioteca se convirtió en rutina mensual.
En 2019, Huang se unió por casualidad a un chat grupal en línea. Todos los miembros del grupo son trabajadores de limpieza y saneamiento de todo el país y todos tienen una cosa en común: su amor por la lectura y la escritura.
Las obras de Huang fueron publicadas en línea por los editores en el chat grupal y muchos lectores ofrecieron su aprecio.
"De repente descubrí que no estaba sola y sin mérito. Mi intención original sigue siendo fuerte y verdadera, y continuaré trabajando duro para perseguir mi sueño. A medida que escribía más, mi mente se movía hacia un lugar mejor. Cada vez más personas acudían a mí con ofertas de trabajo, y comencé a ganarme la vida de mejor manera", afirma Huang.
Alentada por sus amigos, Huang solicitó tomar exámenes universitarios para autodidactas y eligió especializarse en lengua y literatura chinas. Al año siguiente, en su primer intento aprobó los exámenes del curso y continuó sus estudios.
"Siempre admiré a los estudiantes de las universidades. Ahora puedo aspirar a convertirme en uno de ellos. Si termino mis estudios universitarios, seguiré como estudiante. Quiero seguir aprendiendo", concluyó Huang.
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