Una vacuna contra el COVID-19 producida en el país exhibida en una feria. Foto: Li Hao / Global Times
Por Chen Qingqing, Hu Yuwei y Leng Shumei
Beijing, 22/10/2020 (El Pueblo en Línea) -Se ha demostrado que una de las vacunas chinas contra el COVID-19 es segura. Esta afirmación esta respaldada por los resultados del último ensayo clínico de fase III que se ha realizado en Brasil. Los avances patentizan que China trabaja sin descanso por el desarrollo de vacunas que puedan estar lo antes posible a disposición de los seres humanos.
Dado que al menos 60.000 personas de todo el mundo fueron vacunadas en el ensayo clínico, queda entonces la “última milla” antes de la comercialización. De acuerdo a los analistas, esto podría ocurrir la próxima semana o el mes que viene.
No se reportaron efectos secundarios graves entre los 9.000 voluntarios en Brasil que fueron inoculados con una vacuna desarrollada por el fabricante chino Sinovac, demostrando que el candidato CoronaVac es seguro, informó este martes en un comunicado el Centro de Investigación Biomédica del Instituto Butantan.
El gobierno brasileño incluirá la vacuna china en su programa nacional de inmunización, después de haberse acordado la compra de 46 millones de dosis de la vacuna Sinovac, informó este miércoles la Agencia Reuters.
Sinovac, Sinopharm y CanSino, tres fabricantes chinos de vacunas, han estado operarando ensayos clínicos en docenas de países como Brasil, Turquía, Indonesia, EAU, Egipto, Rusia y Pakistán.
Sin reacciones adversas graves notificadas, las vacunas chinas han demostrado ser seguras. Las autoridades chinas están trabajando las 24 horas del día y los fabricantes están totalmente preparados para desplegar las vacunas para uso público general.
Vacunas a la vista
El ensayo clínico final de fase III es el más crucial para demostrar que una vacuna es segura y eficaz antes de que pueda ser certificada para uso público, precisó Wang Tao, revisor jefe del Centro para la Evaluación de Medicamentos de la Administración Nacional de Productos Médicos (NMPA, por sus siglas en inglés).
Además de los ensayos en etapa tardía para proporcionar datos completos, las autoridades deben asegurarse de que la producción a escala de vacunas cumpla con los estándares de calidad, agregó.
Un funcionario de la NMPA que prefirió anonimato, destacó al Global Times este miércoles que han estado trabajando sin descanso para asegurarse de que las empresas puedan recibir los documentos necesarios en cualquier momento y emitir comentarios dentro de las 72 horas.
Al mismo tiempo que se racionalizan los procesos de aprobación, para ahorrar tiempo se ha priorizado todo el trabajo necesario antes del proceso final de concesión de licencias de vacunas mediante la revisión simultánea de cada procedimiento.
"Las condiciones de fabricación son maduras y las vacunas están listas. Probablemente los veremos disponibles para el público tan pronto como el próximo mes, o si no, a finales de este año", destacó un experto chino en inmunología que trabaja en Beijing.
Tao Lina, experto en inmunología con sede en Shanghai, fue aún más optimista. Ella sugiere que las vacunas podrían estar disponibles la próxima semana porque los datos de los ensayos clínicos de fase III pronto se publicarán.
Una vez que los ensayos clínicos proporcionan suficientes datos de investigación para demostrar que una vacuna es eficaz, estable y segura, y los fabricantes puedan lograr la producción a escala, las empresas pueden solicitar la comercialización de la vacuna, detalló Wang de la NMPA. De acuerdo con la ley y los reglamentos, la NMPA priorizará la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 para que llegue a los seres humanos lo antes posible.
La esperanza pública ha seguido creciendo a favor de las vacunas, considerada la solución más prometedora para derrotar una pandemia que ya ha causado más de 41 millones de infecciones en todo el mundo y cerca de un millón de muertes.
La seguridad es la máxima prioridad
Algunos medios occidentales han planteado sus dudas sobre la seguridad de las vacunas chinas. Reportajes de fin de semana afirmaron que algunas ciudades de la provincia de Zhejiang, ofrecieron vacunas no probadas a los ciudadanos mediante la realización de una campaña de vacunación masiva. Sin embargo, los especialistas consideran que es una interpretación errónea. El uso de vacunas en caso de emergencia está en consonancia con las leyes nacionales y cuenta con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Cada país es soberano y tiene derecho a elegir las herramientas y productos que considere más adecuados para su población. Sin embargo, esta elección debe guiarse por los más altos estándares de ciencia y ética", recordó Tarik Jaearevie, portavoz de la OMS.
“La OMS tiene orientación sobre la autorización excepcional de vacunas y otros productos en el contexto de emergencias”, agregó.
Algunos funcionarios chinos también reiteraron la importancia de la inocuidad de las vacunas y que la seguridad no se verá comprometida para la velocidad de su desarrollo.
“El uso de emergencia sigue estrictamente el procedimiento chino, así como las normas de la OMS. Se ha informado a la OMS para su ratificación”, detalló Zheng Zhongwei, funcionario de la Comisión Nacional de Salud encargado del desarrollo tecnológico.
La OMS ha publicado perfiles de productos objetivo para las vacunas COVID-19 en los que se describen los requisitos mínimos de seguridad y eficacia, así como los requisitos para el uso de la vacuna en caso de emergencia.
Como miembro de COVAX -plataforma mundial que apoya la investigación y el desarrollo (I+D), así como la fabricación de candidatos a vacunas COVID-19- cuando se trata de asegurar el acceso a vacunas COVID-19 seguras y eficaces, China comparte los principios y políticas de las organizaciones mundiales que están luchando contra la pandemia.
"Una mayor velocidad ha sido posible gracias a las tempranas inversiones en la ampliación de la capacidad de fabricación, pero no a expensas de las evaluaciones de seguridad ni de los procesos posteriores a la licencia, asegurando un fuerte monitoreo continuo de la seguridad", afirmó un portavoz de Gavi, que co-lidera el Fondo COVAX.
Mayor confianza
Las respuestas del público chino en una encuesta mundial sobre la voluntad de vacunarse fueron las más altas. Asimismo, algunos líderes extranjeros han dicho que están dispuestos a vacunarse con una vacuna china y comprarlas para su país.
El presidente filipino Rodrigo Duterte declaró recientemente que "se arremangaría", y que su país priorizaría la compra de vacunas COVID-19 hechas por Rusia o China, informó Bloomberg. Venezuela también corroboró que planea vacunar a sus ciudadanos con productos ruso y chino. Los fabricantes chinos Sinopharm y Sinovac están llevando a cabo ensayos clínicos de fase III en América del Sur.
Los encuestados en China brindaron la mayor proporción de respuestas positivas cuando se les preguntó si tomarían una "vacuna probada, segura y eficaz", destacó la encuesta mundial sobre la posible aceptación de una vacuna contra el COVID-19.
Si bien algunos medios occidentales informan de que el impulso mundial de China en materia de vacunación es una"diplomacia de las vacunas", los funcionarios chinos prefieren responder que es más apropiado describirla como una cooperación mundial muy necesaria frente a los desafíos comunes, ya que el país está cumpliendo su compromiso como una potencia principal responsable.
“La participación de China en la iniciativa COVAX ayudará a aumentar la capacidad de negociación de las empresas, las alentará a aumentar la capacidad de producción y garantizará la producción de la fabricación de vacunas, lo que significa que las vacunas serán asequibles y estarán disponibles para los países en desarrollo”, prometió Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
"Demuestra que China se está adhiriendo a la mentalidad de construir una comunidad compartida en salud pública mientras continúa impulsando la vacuna como un bien público mundial", concluyó el portavoz chino.
(Web editor: 周雨, 赵健)