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Los bomberos del Museo del Palacio Imperial de Beijing salvaguardan los tesoros nacionales (4)

Pueblo en Línea  2018:09:27.16:14

En tiempos imperiales fueron usados como fuentes de agua en caso de incendio. Aunque los tanques en las áreas abiertas al público ya no tienen agua, los que están en áreas restringidas sí. (Foto: Jiang Dong/Wang Kaihao)

Du y Li pueden se encuentran entre el pequeño número de personas que viven en el Palacio Imperial de Beijing, como lo hacían las familias imperiales, aunque sus vidas cotidianas no son ociosas ni románticas.

Todavía existe el toque de queda en la Ciudad Prohibida. Una vez que cae la noche, todas las puertas que conducen al exterior quedan cerradas. No pueden abrirse a menos que el escuadrón tenga que salir a atender una emergencia.

"Todos aman una vida nocturna vibrante", dice Li. "Esto es imposible para nosotros."

Du y Li confiesan que, al principio, ellos se asomaban a través de una brecha en una puerta del Palacio para observar hacia Wangfujing, una de las zonas comerciales más concurridas de Beijing.

"Habían muchas luces de neón, lejanas", recuerda Du.

Para aquellos que pernoctan en la Ciudad Prohibida, no es raro asustarse debido a las numerosas leyendas folclóricas que dicen que el edificio está embrujado.

Sin embargo, tanto Du como Li afirman que se sienten a gusto dentro de la Ciudad Prohibida.

"Trabajar aquí es un honor. El Museo del Palacio Imperial es como mi hogar."

Para cada exposición importante que se inaugura en el Museo del Palacio Imperial, se añaden patrullas especiales para comprobar los riesgos de incendio en las galerías.

"Siempre somos los primeros en disfrutar las exposiciones", bromea Li.

Prohibido fumar

Después del incendio en el Museo de Brasil, un examen exhaustivo se llevó a cabo inmediatamente en el Museo del Palacio para comprobar las alarmas de incendio.

Shan Jixiang, al frente del Museo del Palacio Imperial, sabe que proteger el sitio patrimonio mundial de la UNESCO contra el fuego no es sólo responsabilidad del escuadrón de bomberos.

En 2013, un año después de ocupara su puesto, Shan decidió introducir una prohibición de fumar en todo el complejo. Y además, no se puede entrar al museo con encendedores.

"Este trabajo necesita cooperación no sólo de los turistas, sino también de nuestro propio personal", manifiesta Shan.

Los empleados del Museo que quieran fumar deben salir de las instalaciones y llegar a las áreas designadas cerca de la puerta de la prosperidad del este y la puerta de la prosperidad del oeste.

Shan también indicó que cada nuevo empleado del Museo tiene que ser entrenado por los miembros del escuadrón de bomberos sobre cómo usar los extintores de incendios. Los simulacros se realizan anualmente.

Sin embargo, las mejoras del Palacio Imperial han traído nuevos desafíos.

Por ejemplo, para renovar edificios antiguos, y para otros trabajos, el uso de una mecha es inevitable. Cualquier trabajador que utilice un mechero tiene que tener un certificado, y todos los proyectos de riesgo de incendio se detienen cuando hay vientos fuertes.

Otro de los retos es el sistema de iluminación en las salas de exposición.

Muchos turistas se quejaron de que los interiores de los tres grandes salones-el salón de la armonía Suprema, el salón de la armonía central y la sala de preservación de la armonía- estaban demasiado oscuros, ya que las luces de poder no están permitidas en estos edificios.

En el 2016, Shan decidió aumentar el nivel de luz.

Para ello todas las luces deben estar por lo menos a 1,5 metros de distancia de las paredes, y se utiliza un tipo especial de luz de baja disipación de calor. Hay capas protectoras metálicas que recubren las líneas eléctricas.

"Tenemos que tomar todas las medidas necesarias y no cometer errores", indica Shan. "Un error significa una gran desgracia."


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(Web editor: Felipe Chen, Rocío Huang)

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