Barranquilla, Colombia, 28/05/2018 (El Pueblo en Línea) - Lucila, hermana de shakira, abandonó Tenerife para instalarse en Barranquilla. Pero parece que Lucila ha dejado algunas cuentas pendientes en España, destaca ABC.
Esta neurocirujana vivió durante años una etapa dorada en la isla canaria junto a su pareja Roberto García Barreto, un importante constructor. Compraron un fabuloso chalet de seis habitaciones y seis baños, valorado aproximadamente en un millón de euros, con la hipoteca puesta a nombre de los dos.
«Hicieron negocios juntos, ella le convenció para que pusiera varias inversiones a su nombre y le arruinó», relata Miguel Carnero, el abogado de Roberto a ABC.
El pasado miércoles estaba previsto que se ejecutase una orden de desahucio contra Roberto y Lucila, que finalmente se paralizó. Mientras que la hermanastra de Shakira ha desaparecido del mapa –primero se mudó a Barcelona y luego a Barranquilla–, él permanece aún en el interior de la vivienda, arruinado y sin tener a donde ir. Su abogado pidió a la comisión judicial que no se hiciese efectivo el desahucio, puesto que Roberto tiene una incapacidad médica absoluta y han reclamado un alquiler social. La entidad bancaria Caixabank, a través de su filial inmobiliaria Building Center, había promovido el desalojo hace unos meses.
Tras su huida, Lucila encontró trabajo en una clínica internacional en Barranquilla, donde ha comenzado una vida desde cero, lejos de su expareja y de los problemas económicos que atosigan a éste.
Las acusaciones contra la hermanastra de Shakira llegan en un momento muy delicado también para la propia cantante. La Fiscalía de Barcelona prorrogó el pasado jueves las diligencias de investigación abiertas a la intérprete por un fraude a Hacienda entre 2011 y 2014, cuando presuntamente habría simulado residir en el paraíso fiscal de Bahamas con el fin de eludir el pago de impuestos. La medida llega después de que la colombiana pagara más de 20 millones de euros a Hacienda por la cantidad supuestamente defraudada en 2011, ya que residía en España y, por lo tanto, debía tributar en este país. Algo tan insustancial como unas facturas de su peluquería habitual de Barcelona le sirvieron a Hacienda para tirar del hilo.
El próximo 3 de junio arrancará en Alemania la gira que tuvo que cancelar el pasado noviembre por problemas en sus cuerdas vocales. Sobre el escenario será el único momento en el que no ronden por su cabeza el cúmulo de infortunios que la han perseguido recientemente; su enfermedad, el lío con el fisco y ahora su hermana acusada.