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Mezcla de tradición y tecnología inyecta nueva vida a cartas de admisión de universidades chinas

XI'AN, 27 jul (Xinhua) -- Mientras los estudiantes chinos de secundaria disfrutan de sus vacaciones de verano y quisieran que estas no acabaran, millones de recién graduados vuelan a la puerta cada vez que llega un repartidor o un cartero, ansiosos de recibir la llave que les abrirá las puertas a la vida universitaria.

Zhu Yanguo, de 18 años, y nacido en la ciudad de Yulin de la provincia de Shaanxi (noroeste), está al borde de la desesperación.

"Tengo tantas ganas de entrar a la universidad, que estoy yendo a la oficina de correos todos los días", confiesa sin reparos.

La carta soñada finalmente llegó, en los últimos días de julio. Enviada por la Universidad Normal de Shaanxi, contiene su nombre, carrera y fecha de registro escritos a mano en elegantes caracteres chinos.

"En una era en la que la tecnología de impresión es actualizada constantemente, el hecho de que la carta de admisión esté escrita a mano demuestra que la universidad se adhiere a la cultura tradicional", dice Zhu con una amplia sonrisa.

Entre tanto, a unos 400 kilómetros de distancia de su casa, más de 20 profesores sumergen pinceles en la tinta y cuidadosamente escriben la información personal de los nuevos universitarios en un tipo de letra que ya tiene 2.000 años.

Los especiales documentos, una tradición que esta alma mater inició hace ya 11 años, han sido denominados "la carta de admisión más preciosa" de China.

"Aún puedo recordar el día que recibí la mía", dice Duan Yongchang, quien cursa un doctorado en Medidina Deportiva en la universidad.

"La carta transmite el 'ethos', la consigna y la atmósfera académica de la universidad. Cada estudiante puede sentirla", agrega.

La entrega de buenos resultados en los exámenes tiene una larga historia en China.

En tiempos feudales, los exámenes imperiales eran la única forma para que la gente del común entrara a ocupar altos cargos en el servicio civil.

El candidato que obtuviera las calificaciones más altas era escoltado hasta su casa en medio de grandes honores, e incluso podía recibir un edicto del emperador indicando su nuevo estatus.

Aún en tiempos modernos, cuando el éxito ya no solo se define por el desempeño académico, la carta de aceptación de la universidad tiene un enorme significado para una familia. El examen de acceso a los estudios superiores, conocido por chinos y extranjeros por su nombre en mandarín, "gaokao", sigue siendo el medio más importante para que los jóvenes, especialmente aquellos que viven en áreas remotas, redefinan su destino.

En tiempos en los que la información puede ser entregada instantáneamente y de forma gratuita, las cartas de admisión con detalles particulares de cada centro educativo han surgido como una forma de que los nuevos estudiantes experimenten su toque personal.

Este año, la Universidad Politécnica del Noroeste envió la primera carta de admisión en realidad aumentada en la historia del país.

Al escanear con el teléfono móvil el código QR que trae la carta, aparece en la pantalla un rollo digital en tercera dimensión (3D), en el que se pueden ver fotos sobre la historia y el desarrollo de la universidad.

Tres íconos en la parte posterior del documento también contienen información. Al escanearlos, el estudiante puede ver tres de las carreras por las cuales el claustro es mejor conocido (Aeronáutica, Ingeniería Astronáutica e Ingeniería Marina), las cuales están acompañadas por imágenes en 3D de la familia de cohetes Gran Marcha y del portaaviones diseñado y construido por China. Además, un personaje animado hace una presentación de las carreras.

"La oferta no es solo una invitación. También es una materialización de la calidad y las características de nuestra universidad", sostiene Xie Dan, subdirector de la oficina de admisiones. "Nuestra esperanza es que los estudiantes puedan ver el espíritu innovador de la universidad y las grandes expectativas que tenemos frente a ellos", añade.

Algunas universidades de Beijing, la capital nacional, y Zhejiang, una provincia del este, también han roto los convencionalismos con respecto a las cartas de admisión, utilizando papel reciclado, añadiendo detalles pintados a mano o incluso acompañándolas con libros.