MENDOZA, Argentina 24 jul (Xinhua) -- El vino del nuevo mundo y la cultura de la enología constituyen un espacio para una mayor integración entre Argentina y China, con bodegas del país sudamericano que se interesan por llegar al consumidor del gigante asiático, que aprecia cada vez más varietales, cepas y terroirs.
Un equipo de Xinhua visitó las bodegas Lagarde, fundada en 1897, y Nieto Senetiner, fundada en 1888, ambas ubicadas en la fértil zona de Luján de Cuyo, 20 kilómetros al sur de la ciudad de Mendoza, capital de la provincia homónima, en la zona occidental del país, al pie de la Cordillera de los Andes.
Sebastián Barbosa, gerente de exportación de Bodegas Lagarde, firma que vende a China y ofrece productos que están disponibles en la aplicación que Alibaba tiene en teléfonos móviles, enfatizó que "el mercado chino para Argentina, en cuanto a exportación de vino embotellado es importante".
"Ocupa el sexto lugar en las exportaciones argentinas. Es un mercado que veo creciendo. Antes no estaba en el Top Ten, pero ha ido ganando auge, ha ido creciendo", resaltó.
Para Barbosa, "gracias a ese crecimiento, (China) se ha posicionado como un mercado clave para la industria argentina del vino".
"Venimos hace un tiempo exportando los vinos a China, que es un mercado que no es fácil, que requiere mucha atención, conocimiento y sobre todo adaptación", indicó.
Para el representante de Bodegas Lagarde, "esa adaptación implica cambios de puertas para adentro, uno se tiene que adaptar a los requerimientos del mercado y a las necesidades del consumidor chino".
Fundada en 1897, la Bodega Lagarde se dedicó entre las décadas del '80 y del '90 a profundizar el estilo y la calidad de sus vinos, y para ellos la innovación siempre fue un pilar fundamental, al punto de ser los primeros productores en plantar en Latinoamérica cepas no tradicionales, como el Viognier o el Moscato Bianco.
Por su parte, Santiago Mayorga, enólogo de la Bodega Nieto Senetiner, expresó que "el mercado chino es una gran desafío para nosotros, porque busca productos de calidad, de lujo, productos que tienen mucha trascendencia en su marca y en su trayectoria en el mercado".
"Argentina puede brindar eso, porque tenemos muchas cosas especiales, que nos hacen únicos, y podemos cumplir con los productos de lujo", agregó.
Para Mayorga, "hoy, el mundo del vino es un mundo muy amplio, donde hay un montón de destinos, y esos destinos, cada uno tiene una particularidad muy interesante".
"La Argentina es una opción más para poder cumplirlo, con un producto de muchísima calidad y a un precio muy razonable", afirmó.
La Bodega fue adquirida en 1969 por las familias Nieto y Senetiner, quienes ampliaron las instalaciones, dando comienzo a una nueva etapa de desarrollo de sus marcas para, en 1998, pasar a ser parte del Grupo de Negocios de Molinos Río de la Plata.
La firma, líder en la Argentina, mantiene un estilo colonial que respeta el estilo de esa época con techo de caña, y cría sus vinos en barricas de roble.
Según los últimos datos consolidados, la exportación de vinos de Argentina alcanzó en 2015 los 1.000 millones de dólares, pero podría ampliarse en los próximos años.
A partir de un trabajo conjunto entre bodegas y la Cancillería, se busca aumentar la presencia del producto en los mercados internacionales y llevar de 3,8% a 5,8% la participación del sector en el comercio mundial, lo que aportaría otros 400 millones de dólares al país sudamericano.