BEIJING, 24 may (Xinhua) -- Académicos chinos y mexicanos destacaron el enorme potencial en la relación sino-mexicana a pesar de la serie de retos e incertidumbres que afrontan estos lazos.
Los dos países deben emplear a fondo los mecanismos existentes de cooperación con el objetivo de concretar la Asociación Estratégica Integral entre China y México establecida en 2013, expresó Enrique Dussel Peters, profesor del Posgrado en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dussel forma parte de una delegación de la UNAM que está de visita en China para estrechar vínculos con académicos chinos.
"Al evaluar la evolución y el estado actual de nuestras relaciones, podemos afirmar, sin lugar a dudas, que la relación entre México y China vive su mejor momento de los últimos 50 años", declaró el embajador mexicano, José Luis Bernal Rodríguez, en la conferencia "Oportunidades y retos de la cooperación sino-mexicana", que se celebró el martes con motivo del 45º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países y estuvo organizada por el Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China y la UNAM.
En los últimos cuatro años, China y México han suscrito más de 30 nuevos acuerdos sectoriales y creado varios foros de consulta y grupos de trabajo conjunto de alto nivel en terrenos como la economía y la inversión, recordó el diplomático mexicano.
En el evento se revisó la relación sino-mexicana desde la década de los 90 y los primeros años del presente siglo y se llegó a la conclusión que estos años han sido testigos de la rápida expansión del comercio bilateral, seguido por otra etapa en la que la inversión comenzó a desempeñar un rol creciente.
Los años 2007 y 2008 marcaron una etapa de crecimiento de la inversión extranjera directa china y del financiamiento, señaló Dussel Peters, también coordinador del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Facultad de Economía de la UNAM.
Aunque tanto México como China expresan claramente su interés de promover la inversión china en México, las empresas chinas encuentran un mercado muy diferente al de otros países latinoamericanos, donde destacan proyectos de grandes inversiones en energía o infraestructuras.
Después de los fracasos de los proyectos como Dragon Mart o la hidroeléctrica Chicoasén II, las firmas chinas cosecharon éxitos: por un lado la petrolera China National Offshore Oil Corporation ganó el concurso de varios contratos para exploración y explotación de gas y petróleo, y por otros consorcios integrados por empresas chinas con mexicanas se hicieron con dos proyectos para el desarrollo de parques eólicos y solares.
En esta línea también cabe mencionar el caso más reciente, que es la participación de empresas chinas en el desarrollo de la Red Compartida, que es un importante proyecto de telecomunicaciones de México, que se suma a múltiples inversiones conjuntas que ya están en marcha en varios sectores: automotriz y partes de vehículos, aparatos electrónicos y electrodomésticos, energías renovables y proyectos de infraestructuras.
"Esto se traduce en importantes avances en la relación económica entre ambos países", afirmó Zeng Gang, exembajador chino en México y director del Centro de Estudios Mexicanos del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China.
Zeng destacó el Fondo China-México, que tiene unos recursos de 1.200 millones de dólares disponibles desde 2016, y la entrada de bancos chinos como el Banco de China y el Banco Comercial e Industrial de China en México, lo que constituyen nuevas vías de financiación.
"México y China cuentan actualmente con poderosos instrumentos bilaterales, aunque, por el momento, no han sido aprovechados ante la debilidad de las instituciones, académicas, públicas y privadas de ambos países", comentó Dussel durante su ponencia.
Dussel pidió esfuerzos específicos para concretar la Asociación Estratégica Integral y privilegiar la calidad en vez de la cantidad en lo relativo a la cooperación sino-mexicana, además de prestar atención a las "muy detalladas propuestas de agenda bilaterales". Para Felipe García, consejero comercial de ProMéxico, el mayor desafío reside en la falta de conocimiento mutuo entre ambos mercados.
"Nuestra misión es construir un puente de comunicación entre las empresas mexicanas y chinas", concluyó García.