Las autoridades de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, han excavado 554 pozos profundos en los últimos cinco años en áreas donde se presentaba una fatal enfermedad parasitaria, con lo que han suministrado agua potable a 57.000 residentes, señaló el departamento local de tierras y recursos.
Los pozos tienen una profundidad de por lo menos 30 metros, lo cual puede evitar la propagación de la equinococosis, un tipo de infección por tenia o lombriz, que afecta principalmente a las áreas de pastoreo en Sichuan, Gansu, Mongolia Interior, Ningxia, Qinghai, Tíbet y Xinjiang en China.
Los humanos se pueden contagiar de la enfermedad a través del contacto con animales infectados o por agua, alimentos y arena contaminados.
El distrito de Shiqu en la prefectura autónoma tibetana de Garze, en Sichuan, está entre las regiones más afectadas. El año pasado el gobierno provincial concluyó 150 pozos en el distrito, con un costo de cerca de 43 millones de yuanes (6,2 millones de dólares).
En 2012, alrededor de 50 millones de chinos fueron atendidos por la enfermedad. El gobierno busca poner bajo control a la enfermedad para el año 2020.