Portada | China | Economía | Mundo | Iberoamérica | Opinión | Ciencia Deportes | Cultura | Sociedad | Viaje | Fotos | PTV | Tips

español>>Cultura-Entretenimiento

La fiesta Qingming: fecha para conmemorar a los difuntos

  2017:04:03.10:04

La fiesta Qingming: fecha para conmemorar a los difuntos

 “La llovizna la temporada de la fiesta de Qingming rocía sobre la tierra

De regreso del cemeterio, los dolientes caminaban con el alma apenada

Pregunté dónde habría una taberna para ahogar mi tristeza en el liquor

El niño pastor apuntaba al pueblo entre florecientes albaricoques en la lejanía”.

-- “Qingming”, por Du Mu (803–852), Dinastía Tang.

BEIJING, 2 abr (Xinhuanet) -- En el Occidente existe la costumbre de conmemorar a los difuntos con dejar un ramo de flores en frente a la lápida sepulcral.

Mientras en China, la conmemoración suele ser de mucho más lujo, compuesta de los banquetes abundantes, la quema de figuras de papel - palacios, sirvientes, billetes emitidos por el ‘banco del paraíso’ - como regalos al inframundo, la poesía y los sentimientos mixtos de la nostalgia y el entusiasmo por la llegada de la primavera.

Había un chiste sobre esta diferencia cultural: Un occidental vio a un chino haciendo ofrendas de comida y bebida de todo tipo ante la tumba de sus antepasados y le preguntó, ¿En serio cuándo crees que los muertos van a venir a comer todos esos platos?

¿Por qué no? Argumentó el chino. “Vendrán cuando los tuyos salgan a apreciar las flores”.

QINGMING Y HANSHI: LA HISTORIA

El Qingming, literalmente “la claridad pura”, es el 15º día tras el equinoccio de primavera, y una fecha para marcar el cambio del clima cuando el viento desde el sur dispersa el frío del invierno, despertando el vigor en los seres de la tierra.

Es una fecha para salir de excursiones y celebrar ya que las plantas comienzan a florecer y las montañas se cubren de un color agradable de verde claro.

Por lo tanto, los chinos de la antigüedad aprovechaban del tiempo para jugar en el columpio, al fútbol chino “Cuju”, organizar peleas de gallos, hacer fiestas y poesía y, como en otras ocasiones festivas, rendir respeto y homenaje a los difuntos ancestrales.

La víspera o en algunas regiones la antevíspera del festival Qingming se llama “hanshi” o “el día de la comida fría”. Desde hace 2,600 años, la gente dejó de encender fuego en conmemoración de Jie Zitui, una personalidad admirada por su integridad.

Jie Zitui fue un cortesano del príncipe Chong’er del estado Jin del periodo de las primaveras y los otoños (722 -481 a. C) y el único seguidor del luego Duque Wen de Jin durante 19 años de exilio cuidando y protegiendo al príncipe hasta cortaba la carne de su muslo para alimentar a su señor hambriento.

Después de recuperar su trono, el Duque fue rodeado por personas y cumplidos, mientras Jie Zitui se fue de la corte para vivir como un ermitaño en la montaña Mian al lado de su madre anciana, sin pedir honor ni fortuna.

El duque recordó del salvador de su vida cuando fue criticado por ser ingrato. Se dirigió a la montaña para pedir que Jie Zitui volviera a tomar oficio, e incluso ordenó que incendiaran la montaña para forzarle a abandonar dónde se escondía. Sólo después de apagarse el fuego se encontró los cuerpos quemados del hombre y su madre. Dolorido por su propio acto, el duque estableció el día Hanshi en homenaje al cortesano leal, en el cual se prohibía el uso del fuego en la cocina y las linternas.

Hasta el día presente, sigue vigente la tradición de no cocinar a fuego en ciertas regiones del país. Se prepara un rico menú de comida con anticipo de la fecha y al día siguiente - que es el Qingming - sale toda la familia para ir a limpiar las tumbas de los antepasados, hacer ofrenda con alimentos y monedas de papel, antes de sentarse en la naturaleza a contemplar los botones florales en apertura gradual y disfrutar de un picnic con las ofrendas bendecidas por los difuntos.

LAS DELICIAS DE QINGMING

Cuando los chinos organizan banquetes, los hacen con tanta seriedad que no hay en cualquier otro lugar del mundo.

Quizás se imaginara un día de los difuntos de llantos y lágrimas, y realmente sí, es normal que uno se siente triste al revivir la pérdida de un ser querido.

Y el mejor consuelo para los chinos es la comida.

Desde el norte hasta el sur, del oeste al este, por el amplio mapa de China existe tanta variedad de alimentos especiales para la ocasión que no cabrá en esta breve nota.

Este año, uno de ellos se ha hecho explosivamente popular es el qingtuan, o “bola verde”, un típico dulce de las regiones Shanghai y Zhejiang y Jiangsu, a lo largo del río Yangtsé hacia su salida al mar.

El qingtuan se hace con la harina del arroz glutinoso y el jugo de las hojas de la cebada o la artemisa, y presenta un verde brillante al cocinarse al vapor. El relleno suele ser dulce, como el de la pasta de judías rojas.

En Shanghai, la pastelería Xinghualou (“el pabellón de las flores del albaricoque”) se conoce por su receta del qingtuan con un rico rellano hecho con la carne seca y algodonosa de cerdo y la yema del huevo del ánade. Como producto de la temporada, sólo se vende alrededor de la fiesta Qingming y tiene un suministro limitado.

Para garantizar que el sabor fresco y la textura tierna, las bolas se venden en seguida al salir de la olla y la empresa sólo comercializa el producto en la ciudad de Shanghai. La caducidad es del mismo día de la producción. Dicen que los habitantes se obligan a estar en una cola fuera y dentro de la pastelería durante 3 y 6 horas antes de poder comprar una cantidad limitada de las bolas.

Todos los elementos constituyen un antojo irresistible para la gente fuera de Shanghai, por curiosidad o por el gusto culinario, y de allí ha nacido el negocio de comprar las bolas y venderlas a un precio doble o triple del valor original mediante las plataformas de e-comercio.

En los días del remoto pasado, las bolas se servían como ofrenda ante las tumbas ancestrales y luego se compartían entre los menores de la familia por recibir bendición de los antepasados.

Y ahora, as bolas de Xinghualou se han convertido en un privilegio que da satisfacción a quiénes las tengan la oportunidad de probar, quizás porque, después de todo, el apetito por las delicias de Qingming es la única herencia que se ha quedado en el alma nuestra de mucha soledad perdiendo la conexión con los antepasados.

(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)

Fotos

Noticias relacionadas

Comentario

Nombre y apellido:  

Noticias