Los periodistas enfrentan riesgos sin precedentes a medida que los grupos insurgentes y criminales se extienden a nivel global, dijo hoy un grupo con sede en Nueva York.
Los riesgos incluyen secuestros a cambio de peticiones de rescate o de ganancias políticas y asesinato por parte de insurgentes que ven a los periodistas como auxiliares de un enemigo demasiado poderoso como para atacarlo directamente, dijo el Comité para la Protección de los Periodistas.
Los periodistas se encuentran atrapados en el fuego cruzado o bien son atacados por los cárteles de la droga como advertencia para otros reporteros que no son bienvenidos, se indicó en el informe.
Aunque los cambios tecnológicos permiten a más personas participar en actos de periodismo, estos mismos cambios generan nuevos riesgos como la vigilancia y el rastreo, agregó.
El informe señala que los periodistas se han convertido en objetivos crecientes de ataques desde principios del 2000.
El más notable fue el secuestro y la decapitación grabada en video del corresponsal del Wall Street Journal Daniel Pearl en Karachi, Pakistán, en el 2002.
"Su muerte marcó una nueva era en la que actores violentos no pertenecientes a un Estado utilizan a periodistas como peones en una guerra asimétrica con potencias extranjeras", indicó.