El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, defendió hoy la colocación de 1.000 millones de dólares de bonos soberanos en el mercado internacional, realizada la víspera a un plazo de vencimiento de 10 años y una tasa de rendimiento de 9,1 por ciento.
"La demanda por nuestros bonos fue por más de 2.200 millones de dólares, lo cual refleja la confianza en el país", afirmó el mandatario en su cuenta en la red social de Twitter en respuesta a los cuestionamientos de la oposición.
Varios políticos y economistas críticos de Correa rechazaron esta nueva emisión de bonos, por considerar que supone más deuda cara para el país.
El Ministerio de Finanzas explicó que los recursos de esta colocación son de desembolso inmediato, mediante los cuales se financiará la inversión pública que impulsa el desarrollo nacional.
Correa, quien es economista de profesión, rechazó los cuestionamientos que se hacen respecto a la tasa de interés.
"Dicen que el interés es demasiado alto. ¿Qué dijeron cuando la 'partidocracia' (en referencia a los partidos de la derecha) colocó los Bonos Global al 12 por ciento?", señaló el presidente.
Agregó que el costo ponderado de la deuda externa ecuatoriana es de 5,87 por ciento.
"El servicio es apenas el 3,2 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto) de este monto, los intereses representan el 1,3 por ciento, cifras perfectamente manejables", expuso.
No obstante, señaló que "con una economía estabilizada y en crecimiento, por supuesto que el próximo gobierno (que se elegirá en los comicios generales del próximo 19 de febrero) podrá reestructurar la deuda".
El jefe de Estado añadió que el riesgo país, un indicador que mide el riesgo de que una nación pague o no sus deudas, se encuentra en 615 puntos, y criticó que esto no sea noticia en los medios locales de comunicación.
"Sí lo era cuando estaba en 1.730 por todas las dificultades que estábamos atravesando. Es lo que el Papa llama la 'enfermedad de la coprofilia': buscar siempre comunicar el escándalo", lamentó el mandatario.
"Nos quieren asustar con el 'sobreendeudamiento'. La deuda externa suma 25,7 por ciento del PIB, coeficiente muy por debajo del de 2005 y del histórico nacional", abundó el mandatario.
Correa consideró que sus detractores "no pueden soportar que hayamos sido exitosos en atravesar la 'tormenta perfecta', que el país se haya recuperado tan pronto y que el mundo confíe en nosotros".
La "tormenta perfecta" es un término que utiliza Correa para referirse a los choques externos que afectaron a la economía local en los dos últimos años.
Entre esos se encuentran el desplome del precio del petróleo, principal producto de exportación y la apreciación del dólar, moneda de curso legal en Ecuador desde el año 2000.
A esto se suman las pérdidas por 3.344 millones de dólares que dejó el devastador terremoto de 7,8 grados que azotó la costa norte del país el 16 de abril de 2016, con un saldo de 671 muertos.
Ecuador volvió en 2014 a los mercados internacionales, luego de declararse en moratoria en 2008.
El gobierno de Correa ha realizado varias emisiones de bonos soberanos en busca de recursos para financiar el Presupuesto General del Estado y el Plan Anual de Inversiones.