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Monitoreo y decisiones oportunas ponen a salvo a millones de mexicanos, dice alto funcionario

Actualizado a las 11/10/2016 - 15:39
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El monitoreo de la actividad volcánica y las decisiones oportunas, son los elementos que han permitido poner a salvo a millones de mexicanos ante distintos eventos eruptivos, afirmó hoy el director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) de México, Carlos Miguel Valdés González.

En entrevista con Xinhua, el alto funcionario señaló que México se encuentra situado en una región con importante actividad volcánica, ya que de los 3.000 volcanes que tiene el país, 14 son considerados activos.

"El país ha vivido actividades recientes de volcanes que han presentado fases eruptivas importantes", mencionó.

El volcán Popocatépetl, ejemplificó, ha estado en una actividad eruptiva desde el 21 de diciembre de 1994. Sin embargo, esta situación a 22 años del comienzo se ha podido controlar.

"El volcán ha tenido importantes manifestaciones, una de ellas, fue la que se dio en diciembre del año 2000, donde el volcán generó grandes cantidades de ceniza y también creó uno de los domos de lava más grandes e importantes en el cráter, mismo que finalmente fue destruido el 22 de enero del 2001", recordó.

El Popocatépetl está localizado a 60 kilómetros al sureste de Ciudad de México y a 45 kilómetros al oeste de la ciudad de Puebla.

Tiene una altura de 5.454 metros y un cráter de 900 metros de diámetro y aproximadamente 200 metros de profundidad.

"En las inmediaciones del Popocatépetl, en un radio de 110 kilómetros, hay entre 25 y 28 millones de mexicanos, que podrían resultar afectados ante el incremento de actividad en el cráter, es decir, entre un cuarto de la población estaría en peligro", advirtió.

Asimismo, Valdés González, comentó que las cenizas, emitidas por el coloso de fuego, pueden agudizar todo tipo de enfermedades, principalmente, respiratorias.

"Las cenizas son producto de la pulverización de la roca, por lo cual, cuando llega a la población la ceniza ya no está caliente" porque se enfría al viajar a través del aire, explicó.

Asimismo, el experto señaló que cuando hay grandes emisiones de cenizas en el aire, lo primero que va a suceder es la disminución de luz en el día, por lo que recomendó estar alerta y evitar aspirar la ceniza cuando se entre en contingencia.

Otro elemento importante de las cenizas, explicó, es que las partículas son angulosas, es decir, que el material es abrasivo, lo cual quiere decir que hay que tener cuidado con la capacidad y el alcance que éstas tienen.

"En el Cenapred tenemos una cantidad de elementos con los cuales vigilamos el volcán", incluyendo sensores sísmicos instalados en el volcán y desde los que se transmite la información directamente, detalló Valdés González.

Con estas herramientas "podemos ver si hay vibraciones o movimientos que estén asociados con la generación de explosiones o salida de material que podemos relacionar con la erupción del volcán", refirió.

El directivo también comentó que hay cámaras en los alrededores del cráter que permiten consultar en tiempo real la situación del volcán y con lo que se registran las emisiones importantes de material incandescente.

Ante este panorama, Valdés González explicó que lo primero que se hace es observar las cámaras y, de inmediato, comunicarse con las personas que controlan el espacio de aeronavegación para reportar la emisión de ceniza.

"Ellos transmitirán el reporte correspondiente a las autoridades de los aeropuertos y, a su vez, a las oficinas de Protección Civil de cada entidad para comenzar a tomar medidas de precaución para lograr poner a salvo a toda la población que vive en los alrededores del volcán", señaló.

Cuando la situación ha sido crítica, como en el año 2000, recordó el titular del Cenapred, lo que se ha hecho es evacuar a cientos de habitantes que viven en los alrededores del volcán, así como mantener una estrecha colaboración con las autoridades y la población para crear un ambiente de confianza.

EL VOLCAN DE FUEGO

En las últimas dos semanas, el volcán de Colima, también conocido como el "volcán de fuego" ha tenido una intensa actividad eruptiva, un episodio parecido a lo que ocurrió en julio del año pasado, mes en el que ocurrió un importante ascenso de material incandescente.

"El volcán de Colima es más pequeño, por lo que su cráter rápidamente se llena, y la lava comienza a desbordarse, principalmente, hacia el sector sur, que es el sitio en el que se encuentra el estado de Colima", refirió.

Este ascenso de material, abundó, ha estado fluyendo de manera continua, por lo que se decidió evacuar inicialmente a dos poblaciones: La Yerbabuena y La Becerrera en Colima y a la población de Juan Barragán en el estado occidental de Jalisco.

Sin embargo, aunque el volcán se mantiene en actividad eruptiva se encuentra estable, por lo que las autoridades decidieron que las 300 personas que habían sido evacuadas regresaran a sus hogares y se colocaran camiones fijos en estas poblaciones ante cualquier eventualidad.

"Esto le ha permitido a la población mantenerse confiada de que las autoridades tomarán una correcta decisión en un momento dado de desalojar el área de riesgo y de retomar sus actividades cuando pase la contingencia", señaló.

Asimismo, adelantó que el volcán continuará arrojando material y no se descarta que en un momento dado la actividad eruptiva se detenga o se intensifique.

Por ello, el director del Cenapred dijo que la población se encuentra atenta a las indicaciones de Protección Civil y, cuando sea necesario, ellos accederán a evacuar para salvar sus vidas.

Finalmente, Valdés González afirmó que con la participación de diversas instituciones y un enorme esfuerzo realizado por parte del Cenapred, se ha logrado, en un plazo corto, poner en operación una extensa infraestructura de registro y monitoreo que permite mantener una estrecha vigilancia del volcán y la detección de cualquier cambio en su actividad.

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