El glamur de los Juegos Olímpicos de Río se encuentra a un mundo de distancia de la modesta crianza del chino Lin Yue, pero el joven no ha olvidado sus raíces.
El clavadista de 25 años de edad dijo hoy que su triunfo al lado de Chen Aisen en clavados sincronizados en plataforma de 10 metros no hubiera sido posible sin los sacrificios de sus padres.
Lin y Chen obtuvieron una puntuación general de 496.98 puntos para superar a la pareja estadounidense de David Boudia y Steele Jonhson (457.11) y a la pareja británica de David Daley y Daniel Goodfellow (444.45) en la final en el Centro Acuático María Lenk.
Lin contó que cuando era niño, sus padres vendieron la casa de la familia en Chaozhou, en la provincia de Guangdong, para enviarlo a entrenar a Beijing.
"Lo único que pienso es que tengo que hacer todo lo que pueda por mi familia para agradecerle su apoyo", dijo.
Esta fue la segunda medalla de oro olímpica de Lin en el evento después de su victoria en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 al lado de Huo Liang.
A pesar de ganar la final de hoy por un cómodo margen, Lin dijo que su desempeño no careció de fallas y citó un error en el cuarto clavado, un triple salto mortal hacia atrás.
"Realmente nos desempeñamos muy bien en nuestra actuación de hoy. Estuvimos muy estables", dijo. "Hicimos lo mejor posible, pero no creo que haya sido perfecto. Lo único que puedo decir es que hicimos lo mejor posible. Fue como un sueño".
"El error que cometimos fue tuvimos un poco de dudas durante el salto, así que no lo manejamos muy bien", dijo.
China ha ganado las dos medallas de oro en clavados disputadas hasta ahora en Río.
El domingo, Wu Minxia y Shi Tingmao se llevaron el oro en clavados sincronizados en trampolín de tres metros femenino.