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Río 2016: Río de Janeiro, uno de los principales polos gastronómicos del mundo

Actualizado a las 22/07/2016 - 09:27
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RIO DE JANEIRO, 21 jul (Xinhua) -- Río de Janeiro se ha convertido en uno de los principales polos gastronómicos de Brasil, y al ser un gran destino turístico, todas las personas que lleguen a la ciudad podrán disfrutar de la más variada gastronomía mundial.

Frutas tropicales, arroz, frijoles, carne y mariscos son los elementos que se encuentran en cualquier parte del país, aunque por su tamaño, cada región tiene sus particularidades culinarias.

La comida típica de Río de Janeiro es producto de la gran variedad de materias primas e influencias culinarias, especialmente portuguesas y africanas, por lo que sus platos están llenos de intensos sabores.

El plato más conocido de Río de Janeiro es la "feijoada", que se come los sábados y está compuesto por frijoles negros cocidos con carne de cerdo, tocino y chorizo, y se sirve acompañado de arroz blanco, farofa (harina de mandioca tostada), hojas de couve (col o acelgas) finamente cortadas, así como trozos de naranja.

Otro gran clásico en todo Brasil son las "churrascarías", restaurantes donde, por un precio fijo, se come toda la carne que uno desee, servida por los camareros. Ofrecen también un amplio buffet con sushi, verduras, pescados y frutas.

El restaurante más habitual a la hora de la comida son los "buffets a kilo". Se trata de restaurantes que ofrecen un amplio buffet de comida, con un precio por kilo y en el que el cliente paga según lo que pese su plato.

En el apartado de postres, Río de Janeiro ofrece espectaculares frutas tropicales, como maracuyá (fruta de la pasión), mango, guayaba, papaya, caña de azúcar, coco o piña.

En los dulces destacan el clásico "quindim", proveniente de la cultura portuguesa, y que lleva yema de huevo, coco rallado y azúcar. No faltan nunca los mousse de limón, de papaya o el membrillo con queso.

Como en la mayoría de las grandes ciudades de América Latina, otra opción para comer son los puestos de comida callejera, especialmente en el centro histórico y en los paseos marítimos de Copacabana, Ipanema y Barra da Tijuca.

Estos puestos ofrecen sólo preparaciones que se han convertido en parte de la comida carioca típica, como el maíz con mantequilla, la tapioca (una especie de tortilla o crepe hecha a base de harina de mandioca que puede ser salada o dulce) y los churros rellenos de dulce de leche o chocolate.

En el país destacan también los botecos o bares tradicionales, donde se sirven abundantes raciones de comida para compartir con los amigos, como los "bolinhos de bacalhau", croquetas a base de carne de bacalao, una influencia de Portugal en la cocina brasileña.

Otras raciones y aperitivos que forman parte importante de la comida típica de los botecos son los pastes, empanadas o empanadillas fritas que pueden estar rellenas de camarones, queso o carne.

Deliciosa también es la "casquinha de siri" hecha a base de carne de cangrejo y servida en su propio caparazón, así como las "coxinhas", una especie de croquetas con forma puntiaguda en uno de sus extremos de carne de pollo, y la "linguiça encebollada", un tipo de salchicha bastante rica que se sirve frita en rodajas y salteada con cebolla.

En el apartado de bebidas, Río de Janeiro es el paraíso para aquellas personas a las que les gusten los zumos naturales. La gran variedad de frutas que tiene el país facilita toda clase de zumos, tropicales o no, en cualquier esquina de la ciudad.

La cerveza es un clásico que no falta en ningún lugar. El hecho de que no sea muy fuerte hace que los cariocas beban litros de cerveza, más aún por el calor de la ciudad.

No hay que olvidar la bebida alcohólica por excelencia de Brasil, la "caipirinha", un coctel hecho a base de cachaça (aguardiente de caña de azúcar) y jugo de lima, que es delicioso.

Además de la versión tradicional, hay bares y restaurantes que ofrecen una enorme variedad de "caipirinhas" a base de frutas, entre las que destaca la de maracuyá o fruta de la pasión, uva y fresa.

Otros dos clásicos de la ciudad son el agua de coco, que se puede conseguir en cualquier quiosco en el paseo marítimo y que ayuda a refrescar, y el famoso "cafezinho", el café brasileño, de fuerte sabor y tostado.  

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