Presidente chino subraya unidad nacional y armonía religiosa en Ningxia

Actualizado a las 21/07/2016 - 08:59

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El presidente de China, Xi Jinping, pidió esfuerzos para promover la armonía religiosa y social al mismo tiempo que se evita la infiltración ilegal a través de medios religiosos.

Xi, también secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y presidente de la Comisión Militar Central, hizo las declaraciones cuando visitó la región autónoma hui de Ningxia, en el noroeste de China, de lunes a miércoles.

El presidente pidió a las autoridades que se adhieran a las políticas religiosas del PCCh, lleven a cabo con base en la ley el trabajo relacionado con la religión y guíen a las religiones para que se adapten mejor a la sociedad socialista.

Es necesario realizar más esfuerzos para "dirigir a las personalidades y creyentes religiosos a que respeten y acaten la ley, vigilar firmemente para evitar la infiltración ilegal a través de medios religiosos y promover la armonía religiosa y social", agregó.

Xi subrayó que es muy importante que el trabajo étnico y relacionado con la religión se lleve a cabo adecuadamente en Ningxia, que alberga a muchos musulmanes chinos.

La educación sobre unidad y progreso nacionales debe ser fortalecida para impulsar la idea de que el grupo étnico han y diversos grupos de minorías étnicas son inseparables entre sí, afirmó Xi.

El desarrollo económico y social debe ser acelerado en regiones habitadas principalmente por grupos minoritarios étnicos, a fin de promover la unidad y cohesión, agregó el presidente.

Durante su gira, Xi visitó la mezquita Xincheng en Yinchuan, la capital regional.

"No importa si son locales o importadas, las religiones de nuestro país han quedado profundamente grabadas en la civilización china, con una historia de más de 5.000 años, y se han integrado a profundidad en nuestra vida social", dijo Xi.

El presidente chino pidió a los círculos religiosos interpretar apropiadamente la doctrina islámica, divulgar los logros recientes en interpretación, formar a personal religioso, en especial a gente de mediana edad y jóvenes, y servir y guiar mejor a los creyentes.