China tiene un largo camino que recorrer para reducir las existencias de viviendas en el mercado inmobiliario, dada la enorme magnitud del número de residencias construidas sin vender, de acuerdo con los expertos.
"Los esfuerzos de reducción de existencias deben prestar más atención a las ventas, en lugar de a los precios", según declaraciones del director del Centro para China en la Economía Mundial David Li, citadas hoy lunes por el Diario del Pueblo.
Al cierre de mayo, 721,69 millones de metros cuadrados de vivienda no tenían comprador en China, aunque esta cifra es 5,21 millones de metros cuadrados inferior a la del mes anterior, de acuerdo con los datos del Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
"La batalla para reducir las existencias está lejos de llegar a su fin, dada la creciente divergencia en el mercado inmobiliario, en el que las regiones mejor posicionadas económicamente registran alzas en los precios, mientras que las regiones menos desarrolladas dan respuestas débiles", según Li.
En los últimos meses el sector inmobiliario ha mostrado signos de mejora, con encarecimientos de la vivienda en grandes ciudades como Beijing, Shenzhen y Shanghai, pero en las ciudades más pequeñas el mercado sigue inactivo debido al exceso de la oferta.
Este escenario de contraste ha llevado a las autoridades locales a adoptar diversas medidas para resolver este problema: Shenzhen y Shanghai han endurecido sus políticas para frenar las compras especulativas y contener los riesgos de una posible burbuja inmobiliaria, mientras que las ciudades de tercer y cuarto nivel están explorando nuevas formas de estimular las ventas de viviendas.
Por ejemplo, en la provincia central de Shanxi, los trabajadores migrantes tienen derecho a subsidios gubernamentales y deducciones de impuestos por los intereses de los préstamos hipotecarios.
En la provincia noroccidental de Qinghai, se les ha indicado a los promotores inmobiliarios que pueden cambiar los usos del suelo de propiedad al desarrollo de instalaciones turísticas y deportivas.
Yang Song, economista de la Academia de Ciencias Sociales de Beijing, dijo que para las ciudades de tercer y cuarto nivel, las autoridades deberían integrar el proceso de reducción de existencias con la campaña de urbanización que la nación impulsa y acelerar la construcción de viviendas para familias con bajos ingresos, entre otras medidas.