El presidente en funciones de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhao, aseguró hoy que la decisión de anular la votación de la Cámara que determinó proseguir con el proceso contra la presidenta Dilma Rousseff la tomó para "salvar la democracia".
"La decisión fue con base en la Constitución, en base a nuestro régimen, para que podamos corregir a tiempo los vicios que, ciertamente, podrán ser incurables en el futuro.
"Tengo conciencia de cuanto delicado es este momento, en que tenemos el deber de salvar la democracia por el debate. No estamos ni estaremos en ningún momento bromeando con la democracia", dijo Maranhao ante la prensa, respondiendo así a las declaraciones del presidente del Senado, Renan Calheiros.
Calheiros había afirmado anteriormente que "aceptar esta broma con la democracia sería quedar personalmente comprometido con el atraso del proceso" de destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
Tras ver el alboroto que causó su decisión anunciada este mediodía, Maranhao convocó a la prensa esta tarde para leer un breve pronunciamiento tras el que no aceptó preguntas.
Defendió la medida adoptada, argumentando que la polémica votación, ocurrida el pasado 17 de abril, carece de validez debido a que algunos diputados anticiparon su voto y a que los partidos decidieron instruir a sus integrantes de cómo tenían que votar.
Waldir Maranhao, del Partido Progresista, es el presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, después de que el pasado jueves la Corte Suprema decidió suspender el mandato del polémico Eduardo Cunha, declarado rival de Rousseff y quien dio inicio a todos los trámites en el Congreso para el juicio contra la mandataria.
Cunha fue apartado del cargo acusado de obstruir las investigaciones en contra suya por las graves acusaciones de corrupción, en las que había cobrado millonarios sobornos en la gigantesca trama de corrupción en Petrobras.
El Gobierno y sus aliados aseguran que la maniobra de Cunha es una "venganza" por no haberle protegido de las investigaciones.
Maranhao anuló la votación en la que, por 367 votos a favor y 137 en contra, la Cámara Baja pasó el proceso contra Rousseff al Senado, que deberá votar el miércoles si le instaura un juicio a la presidenta por irregularidades fiscales en los balances de 2014 y 2015.
No obstante, el presidente del Senado, Renan Calheiros, criticó la decisión, y aseguró que mantendrá la votación prevista para el miércoles, que podría suponer apartar a Rousseff de su cargo si una simple mayoría de los 81 senadores vota por abrirle un juicio.
En este caso, la presidenta sería apartada 180 días del cargo, siendo reemplazada por el vicepresidente Michel Temer, quien completaría el mandato que vence el 1 de enero de 2019 si finalmente el juzgado considera culpable a Rousseff.