La plenaria del Senado de Brasil abrirá el miércoles 11 de mayo una histórica sesión para decidir sobre la admisibilidad del juicio político ("impeachment") contra la presidenta Dilma Rousseff, así como su posible separación temporal del cargo.
Este viernes, una comisión especial del Senado aprobó con 15 votos a favor y cinco en contra, el dictamen para que el proceso de "impeachment" contra Rousseff sea votado en el plenario de la cámara alta.
La recomendación de la comisión deberá ser leída ante el pleno del cuerpo en una sesión ordinaria programada a las 14:00 hora local (17:00 GMT) del próximo lunes 9 de mayo, tras lo cual se dará inicio al plazo de 48 horas para que el pleno delibere sobre la admisibilidad del proceso.
La expectativa es que el próximo miércoles sesión se extienda por más de 20 horas, con la exposición de las razones de los partidarios del juicio político y de los defensores del gobierno.
Los 81 senadores tendrán 15 minutos cada uno para hablar a lo largo de los debates, mientras que los líderes partidarios tendrán derecho a más tiempo, a lo cual se sumarán los alegatos de la acusación y de la defensa.
En caso de que no se logre un acuerdo entre los partidos, la votación podrá ser realizada el jueves 12.
El quórum necesario para la sesión será de 41 de los 81 senadores (mayoría absoluta), y para que el proceso sea instaurado será necesaria una mayoría simple (mitad más uno) de los senadores presentes.
En caso de que el proceso de "impeachment" sea abierto, la presidenta será notificada el viernes 13 para dejar sus funciones por un periodo de 180 días.
En ese lapso asumirá la presidencia interina el vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
A partir de ese momento la presidenta brasileña -que mantendrá su residencia en el Palacio de la Alvorada, residencia presidencial- será notificada para presentar su defensa en un plazo de 20 días, tras lo cual comenzarán los interrogatorios y presentación de pruebas.
Rousseff, sobre quien no pesan acusaciones de ningún acto de corrupción, es juzgada por haber firmado decretos presupuestarios sin previsión de recursos en caja y por atrasos en los pagos a los bancos públicos, el llamado "pedaleo fiscal".
La mandataria rechazó la hipótesis de renuncia y se comprometió a luchar para volver al gobierno si la solicitud de juicio político es aceptada.
Según el marco legal, el presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Ricardo Lewandowski, debe presidir la fase final del proceso en el Senado, cuando será realizada la decisiva votación que puede resultar en la destitución definitiva de Roussef.
Para aprobar la destitución serán necesarios dos tercios del cuerpo, es decir, 54 de los 81 senadores.
En ese caso, Rousseff puede perder el cargo definitivamente y quedar imposibilitada de ocupar cualquier función pública por un periodo de ocho años.
En la Cámara de Diputados, la admisibilidad del "impeachment" se aprobó el pasado 17 de abril con 367 votos a favor y 137 en contra, un resultado holgadamente superior a los dos tercios que eran necesarios, es decir, un mínimo de 342 favorables.