La mayoría de los universitarios chinos se consideran socialmente conscientes y financieramente responsables, de acuerdo con una nueva encuesta que contradice la creencia habitual de que son egocéntricos y pródigos.
La encuesta, realizada por la Universidad de Fudan y la Universidad Abierta de Shanghai entre más de 6.300 estudiantes de 39 universidades e institutos de estudios superiores, intenta conocer su actitud hacia la sociedad, el dinero y el empleo.
Del total, el 61,9 por ciento de los encuestados afirma haber discutido problemas sociales en internet. La campaña anticorrupción (el 75,7 por ciento) y la seguridad pública (el 57,3 por ciento) figuran entre los problemas con los que se sienten más contentos, mientras que la seguridad alimentaria (el 37,3 por ciento) y la brecha entre ricos y pobres (el 32,4 por ciento) no salen tan bien parados.
Al ser preguntados sobre lo que harían con "dinero que les sobrara", el 72,1 por ciento de los encuestados opta por ahorrar. Menos de un 10 por ciento afirma que pediría prestado dinero para poder gastar.
La encuesta también refleja un cambio en la preferencia por "un trabajo para toda la vida". Trabajar en compañías extranjeras (23,4 por ciento) y por cuenta propia (21,1 por ciento) son las opciones laborales preferidas por los universitarios, mientras que tan sólo el 8,6 por ciento asegura tener preferencia por ser funcionario público, un trabajo conocido por su alta estabilidad y posición social en China.
Al mismo tiempo, el 35,3 por ciento de los preguntados consideran que el desarrollo profesional es lo que más les importa a la hora de buscar empleo, casi el 10 por ciento subraya el dinero y menos del 7 por ciento opta por la estabilidad, la menor carga laboral o la red de contactos.
En cuanto a la confianza social, el 71,6 por ciento cree que se puede confiar en la mayor parte de la sociedad. En este aspecto, los estudiantes rurales creen en este hecho (75,6 por ciento) más frecuentemente que los provenientes de grandes ciudades (64,4 por ciento).
Los encuestados nacieron entre 1990 y 2000, un colectivo normalmente conocido por su egocentrismo, materialismo y carencia de responsabilidad social.