Mientras tanto, el Gobierno dispuso el acopio de donaciones voluntarias de la población para los afectados.
En varias localidades del país se empezó a recolectar ayuda, mientras las Fuerzas Armadas llevaban ayuda humanitaria, como vituallas y alimentos, en aviones militares.
El ministerio de Educación dispuso la suspensión de las actividades educativas y universitarias en seis provincias azotadas por el movimiento telúrico.