BEIJING, 14 abr (Xinhua) -- Acompañado por una delegación empresarial de mil personas, el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, inició este jueves su primera visita oficial a China, de la que se espera que impulse los lazos bilaterales y aborde el asunto del Mar Meridional de China.
Gracias a sus esfuerzos coordinados, Beijing y Canberra han progresado mucho en diversos ámbitos en los últimos años, con logros como la firma del Acuerdo de Libre Comecio (ALC), el aumento de la inversión china en Australia en un 32,9 por ciento frente al año anterior y la promoción de los lazos bilaterales a la categoría de asociación estratégica integral.
En medio de la lenta recuperación de la economía mundial, algunas voces han confiado, a través de los medios de comunicación australianos, en que Turnbull busque nuevas vías para que su país se beneficie de la economía china, impulsada por el consumo y orientada a los servicios.
China también tiene expectativas en la visita de Turnbull y, dada la intensa complementariedad entre las dos economías, desea que el viaje vigorice aún más las relaciones económicas (sobre todo en los ámbitos relacionados con el ALC) y facilite más inversiones chinas en el país.
En cuanto a los comentarios erróneos hechos por Turnbull el mes pasado con respecto a las construcciones legales que efectúa Beijing en el Mar Meridional de China, la visita es una oportunidad para que las dos partes aclaren las cosas y mejoren la comunicación.
No obstante, antes de sus programadas reuniones con los líderes chinos, Turnbull debería tener en cuenta tres simples hechos.
Primero, Australia no es una parte implicada en las disputas en el Mar Meridional de China y los que no estén involucrados directamente deberían mantenerse imparciales.
Segundo, la "misión en favor de la libertad de navegación" que enarbola Estados Unidos en el Mar Meridional de China es, en realidad, una demostración de fuerza. Si Canberra decidiera enviar buques de guerra a la región, sólo serviría para elevar la tensión.
Tercero, la cooperación bilateral no debe dañar los intereses de una tercera parte. Si Australia desempeña el papel de "adjunto" de EEUU en el Mar Meridional de China, impedirá todo impulso al desarrollo de los lazos australiano-chinos.
Subyacentes a la relación entre Australia y China son los fuertes lazos políticos, económicos y sociales. Estos vínculos podrían fortalecerse durante la visita de Turnbull siempre que cuente con la previsión necesaria. La amistad, después de todo, podría depender de esto.