La mayoría de las 130 prisiones estatales de México carecen de guardias suficientes, medidas para evitar motines o fugas y, en general, de un eficaz control sobre reos violentos, informó hoy la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
El "Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015", elaborado por la oficina del ombudsman, señaló que sólo las prisiones del estado de Guanajuato (centro) tienen calificaciones por encima de 8 en una escala del 1 al 10.
Las cárceles de las 32 entidades del país obtuvieron en promedio una calificación de 6,21, aunque en los estados de Nayarit (oeste), Quintana Roo (sureste), Guerrero (sur), Hidalgo (centro) y Tabasco (sureste), el parámetro los centros penitenciarios estuvieron por debajo del 6.
En conferencia de prensa, el ombudsman Luis Raúl González expuso que los estados del país necesitan replantear su sistema penitenciario, ya que miles de reos sufren violaciones a sus garantías individuales bajo reclusión, lo cual dificulta su reinserción social.
"Los hechos no nos permiten concluir que el sistema penitenciario esté plenamente organizado y opere sobre una base de respeto a los derechos humanos", explico González en conferencia de prensa.
Según el diagnóstico, elaborado a partir de visitas de funcionarios de la CNDH a las prisiones el año pasado, en 95 cárceles faltan guardias, en 86 las medidas para prevenir riñas, asesinatos, motines o fugas son insuficientes y 81 instalaciones están deterioradas y son poco higiénicas.
En 73 prisiones existen áreas de privilegios, según la CNDH, ya que son habitadas por reos que ejercen dominio sobre otros reclusos mediante la violencia y acceden a sustancias y objetos prohibidos como celulares o televisores.
González recordó que bajo esas circunstancias vivían reos que disputaban el control de la prisión de Topo Chico, en la ciudad de Monterrey, en el norteño estado de Nuevo León, cuya pelea derivó en un motín en el que murieron 49 internos en febrero pasado.
"No debemos esperar a que ocurran hechos graves dentro de un centro penitenciario para voltear a ver la problemática existente", manifestó el ombudsman.
Las autoridades de 71 cárceles tienen un control deficiente sobre las actividades, el ingreso de las visitas familiares y la seguridad, según el informe del organismo.
El diagnóstico también concluyó que 65 prisiones estatales enfrentan sobrepoblación, 92 carecen de programas para actividades laborales y 84 no tienen medidas de rehabilitación de adicciones.
En 16 prisiones federales los funcionarios de la CNDH encontraron falta de guardias necesarios y, en menor número, deficiencias en programas contra las adicciones y en actividades laborales, situación que también se presentó en las tres cárceles militares del país, en la Ciudad de México, en Mazatlán, Sonora (noroeste) y en Zapopan, Jalisco (oeste).