El crecimiento de la economía china continuará ralentizándose para llegar al 6,5 por ciento en 2016 y al 6,3 por ciento en 2017, previó hoy miércoles el Banco Asiático de Desarrollo (BAD).
"La débil demanda externa y el exceso de capacidad en algunos sectores, además de la reducción de la fuerza laboral y el alza de los salarios, continuarán produciendo un descenso gradual de la tasa de crecimiento de China", opinó Shang-Jin Wei, economista jefe del BAD, tras la publicación del informe titulado Perspectivas de Desarrollo Asiático 2016.
La economía china creció un 6,9 por ciento interanual en 2015, siendo el crecimiento anual más bajo en un cuarto de siglo.
"Las reformas por el lado de la oferta, incluido el mejoramiento de la flexibilidad en el mercado laboral, serán necesarias para mejorar la resistencia de la economía a los impactos negativos y elevar su crecimiento potencial", dijo Wei.
El drástico descenso de la inversión, particularmente en el sector inmobiliario y en las industrias de capital intensivo, seguirá siendo un obstáculo para el crecimiento económico, pero esto se verá compensado en parte por los gastos gubernamentales en infraestructuras y en la protección medioambiental, según el informe.
El BAD señaló que los principales riesgos para la economía abarcan la débil demanda internacional, la volatilidad de los mercados financieros y otra caída de los precios globales de las materias primas, entre otros.
Dentro de China, el descenso del consumo y el incremento de los préstamos morosos afectarán al comportamiento económico, añadió.
China ha establecido una meta para la tasa de crecimiento económico de entre el 6,5 y el 7 por ciento en 2016, con un promedio anual de al menos el 6,5 por ciento hasta 2020.