La construcción del nuevo aeropuerto de Beijing, la capital de China, avanza con retraso respecto a lo programado debido a la demora en la requisa de tierras y los trabajos de demolición, informó hoy jueves la máxima autoridad de auditoría del país.
A finales de octubre, Beijing y la provincia septentrional de Hebei habían entregado menos que la mitad de los terrenos que se necesitan en conjunto, de modo que aún se requieren 16,7 millones de los 27,3 millones de metros cuadrados de tierra totales, según un informe de la Oficina Nacional de Auditoría.
Está previsto que el nuevo aeropuerto, cuya construcción fue autorizada por el Consejo de Estado (gabinete chino) en diciembre de 2012 y que está considerado un paso clave para el desarrollo coordinado de la región Beijing-Tianjin-Hebei, concluya en 2019.
Al mismo tiempo, el informe muestra que muchas otras grandes obras de construcción también van con retraso, entre las que figuran 12 proyectos ferroviarios que han completado apenas el 10 por ciento de sus planes anuales, que implican 8.570 millones de yuanes (1.330 millones de dólares) de inversión planeada.
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