LA HABANA, 17 dic (Xinhua) -- Los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Estados Unidos, Barack Obama, protagonizaron este miércoles un hecho histórico al anunciar el inicio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, lo que marca "un antes y un después" en los hasta ahora espinosos vínculos por más de 50 años.
En comparecencias simultáneas en La Habana y Washington, Castro y Obama informaron su decisión de reanudar los vínculos diplomáticos rotos en enero de 1961 por el presidente norteamericano Dwight D. Eisenhower debido a diferencias políticas con el líder revolucionario cubano Fidel Castro.
"Hemos acordado el restablecimiento de las relaciones diplomáticas", dijo Raúl Castro en su información al pueblo cubano que aguardaba con expectación la comparecencia anunciada pocas horas antes.
Castro, de 83 años, reveló que se ha podido "avanzar" en la solución de algunos temas de interés para ambas naciones, gracias a un diálogo al más alto nivel que incluyó una conversación telefónica que sostuvo el martes con Obama.
Tras señalar que esta decisión del mandatario estadounidense merece el "respeto y reconocimiento" de los cubanos, Castro precisó que esto no quiere decir que "lo principal" se haya resuelto.
"El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos a nuestro país debe cesar", exigió.
Al respecto, propuso al gobierno de EE.UU. adoptar medidas "mutuas" para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos.
Cuba y EE.UU. mantienen "profundas" diferencias en materia de soberanía nacional, democracia, derechos humanos y política exterior, pero Castro subrayó que "los progresos alcanzados en los intercambios sostenidos demuestran que es posible encontrar solución a muchos problemas".
Obama, por su parte, anunció la próxima apertura de embajadas en ambos países, el levantamiento de la prohibición de viajes de los norteamericanos a la isla caribeña, el establecimiento de facilidades para el comercio y la realización de transacciones bancarias, así como el incremento de las telecomunicaciones entre ambas naciones.
Además de reconocer el fracaso de la política estadounidense hacia Cuba, indicó que dio instrucciones al secretario de Estado, John Kerry, para que evalúe la posibilidad de eliminar a Cuba de la unilateral lista de países patrocinadores del terrorismo.
Respecto al bloqueo, señaló que su administración acogerá con beneplácito una acción del Congreso para relajar o levantar esas sanciones unilaterales.
Como parte de este acercamiento, La Habana liberó momentos antes del anuncio al subcontratista estadounidense Alan Gross, preso en Cuba desde 2009 por "atentar contra la seguridad del Estado", cargo por el que fue condenado a 15 años de prisión.
Washington también puso en libertad a tres cubanos detenidos en Miami en 1998 acusados de conspirar para cometer espionaje y poner en peligro la seguridad del país norteño.
Castro destacó que la decisión de Obama de liberar a Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero merece "respeto" y "reconocimiento".
Todas estas decisiones tuvieron un fuerte impacto a nivel mundial, particularmente entre los presidentes de América Latina reunidos en la XLVII Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), en Argentina, quienes esperan que este paso entre Cuba y EE.UU. repercuta en beneficio general de la región.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, saludó el "histórico anuncio" de reanudación de relaciones diplomáticas e instó al Congreso estadounidense a adoptar las medidas legislativas necesarias para levantar el bloqueo contra la isla.
También, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, "saludó calurosamente" la decisión de Estados Unidos y Cuba, y les ofreció su ayuda para desarrollar "relaciones de buena vecindad".
En Bruselas, la Unión Europea celebró "un cambio esperado" en las relaciones entre Washington y La Habana, y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, afirmó en un comunicado que "es una victoria del diálogo" y el mismo "acercamiento que tiene la Unión Europea".