MULTIMEDIA-TURISMO: Las Terrazas, turismo y desarrollo comunitario en el occidente cubano

  2014:09:26.10:27

LA HABANA, 25 sep (Xinhua) -- Conocida en lo fundamental por el turismo de sol y playa que concentra el afamado balneario de Varadero, Cuba tiene además sitios como Las Terrazas, donde se conjuga el descanso con el desarrollo comunitario.

Ubicada a unos 50 kilómetros al oeste de La Habana, la comunidad Las Terrazas fue concebida hace unos 20 años como una ciudad en miniatura, enclavada en el lomerío de la Sierra del Rosario, declarada en 1985 por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Reserva de la Biosfera.

La localidad, edificada al pie de un lago, tiene las instalaciones básicas para su funcionamiento urbanístico y un estilo constructivo que tiene como elemento clave la armonización de las edificaciones con el paisaje y el relieve.

El pintoresco asentamiento se diseñó con el propósito de iniciar la explotación turística de la hermosa zona serrana, de innumerables valores naturales e históricos, como vía fundamental para reanimar la economía y mejorar la calidad de vida de sus pobladores.

La población es de unas 900 personas, agrupadas en familias de campesinos, obreros, artistas plásticos, músicos o artesanos, muchos de los cuales están vinculados directa o indirectamente al turismo.

En la comunidad hay talleres de artesanos, que trabajan la cerámica, serigrafía o escultura en madera, obras que en su mayoría están a disposición de los turistas, y cuya venta constituye una fuente de ingresos para las familias.

También hay un museo dedicado a la memoria del fallecido Polo Montañés, cantante y compositor lugareño que alcanzó la fama nacional e internacional con un estilo musical único, muy vinculado a las tradiciones campesinas.

Las Terrazas tiene una extensión de unos 250 kilómetros cuadrados de geografía montañosa y naturaleza exuberante, vinculada al desarrollo sostenible de 5.000 hectáreas de bosques y flora y fauna protegida.

El centro de la industria del ocio en la comunidad es el Hotel Moka, levantado en el valle de San Juan, al pie de la Loma del Salón, con un estilo que favorece el respeto a la flora, la cual a su vez contribuye a embellecer a este intimo inmueble de 26 habitaciones.

Alternativamente se puede optar por alojarse en casas particulares, pero dependientes del hotel, que conjugan buen confort con la convivencia con una familia lugareña.

El complemento del descanso está en una infraestructura que apunta a la integración del turismo y la comunidad, como es el caso de la "Fonda de Mercedes", un restaurante concebido como un espacio que facilita el contacto del visitante con la familia cubana sobre la base del rescate de las tradiciones culinarias de la isla.

También está "Rancho Curujey", uno de los restaurantes más atractivos y relajantes gracias a su ubicación junto al lago y frente a la montaña, con una oferta que se fundamenta en la gastronomía cubana.

Esas peculiaridades son ofrecidas en un ambiente acogedor a los visitantes, en un entorno pleno de la belleza que aportan cerca de 800 especies de plantas y más de 70 de aves, muchas de ellas endémicas.

En Las Terrazas las actividades recreativas se relacionan todas con la Naturaleza: senderismo, trekking, contemplación de aves, paseos en botes con remos y baños en ríos de aguas cristalinas y apacibles, que se pueden combinar con visitas a ruinas de cafetales franceses del siglo XIX o al Orquidiario de Soroa.

Es el sitio perfecto para el viajero amante de la naturaleza o que desea relajarse en un ambiente tranquilo de bellos paisajes y sostener un intercambio directo con los habitantes de esa localidad.

Los montañeses atesoran tradiciones y costumbres centenarias, vinculadas a las formas de cultivo, y manifestaciones artísticas de gran arraigo, como las controversias de poetas populares, serenatas y fiestas campesinas, reflejos fieles del modo de vida de los lugareños.

La comunidad Las Terrazas, con sus pintorescas viviendas blancas, de techumbres coloridas, rodeadas de estanques y jardines, pone una nota muy peculiar a ese paisaje rural cubano.