SANTO DOMINGO, 16 ago (Xinhua) -- El presidente de República Dominicana, Danilo Medina, llegó hoy a la mitad de su mandato con la mayor tasa de popularidad entre los gobernantes de la región, debido al impacto de sus políticas sobre todo en el área educativa.
Medina, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), asumió la presidencia del país el 16 de agosto del 2012, tres meses después de haber ganado las elecciones generales de ese año con el 51,21 por ciento de los votos, frente al 46,95 por ciento obtenido por su principal contendor, el ex gobernante dominicano Hipólito Mejía.
Dos años después, el mandatario cuenta incluso con un respaldo del 70 por ciento del país para postularse a la reelección presidencial consecutiva, fórmula que la actual Constitución prohíbe, pero que demuestra el amplio apoyo que Medina tiene entre la población.
Entre los recientes logros de su gestión, el gobierno de Medina destaca el hecho de que más de medio millón de personas salió de la pobreza en el lapso de año y medio, y casi otro cuarto de millón superó la pobreza extrema en el mismo período, y el crecimiento de la economía en un 5,5 por ciento durante el primer trimestre del año.
El gobierno también resalta la inversión de más de 60.000 millones de pesos (1.395,3 millones de dólares) en el sector agropecuario, la creación de más de 236.000 puestos de trabajo y el consenso logrado en torno a un crucial plan de regularización de extranjeros indocumentados residentes en el país.
Pero la punta de lanza de las políticas de Medina se encuentra en la educación, sector en el que además de la convocatoria a todos los sectores de la sociedad para la firma del pacto educativo, ya logró la asignación del 4 por ciento del producto interno bruto (PIB) para el sector, la construcción de más de 10.000 aulas en todo el país y la entrega de más de un millón 550 mil raciones de comida cada día.
Además, Medina lleva a cabo un plan nacional de protección y atención integral a la primera infancia, la incorporación este año de 814.000 alumnos a un nuevo modelo educativo que amplía las horas de clase, y el aumento de sueldos y a la capacitación de los maestros dominicanos.
El gobierno también ejecuta un plan nacional de alfabetización, en un país en el que, al momento de ser anunciado, tenía una tasa de analfabetismo del 13 por ciento, equivalente a 736.698 personas según la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI).
Los logros de Medina en la educación fueron elogiados incluso por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, quien indicó que la educación es la mejor inversión que los países pueden hacer para crear sociedades prósperas, sanas y equitativas.
"Durante mi reciente visita a su país me sentí profundamente impresionado por el compromiso y los logros de su gobierno con relación a la garantía del derecho a la educación para todos como piedra angular para la reducción de la pobreza y el desarrollo en su país", dijo Ban en una carta dirigida al mandatario dominicano.
Pero el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), la principal organización política opositora en el país, señaló que aunque se aprobó el financiamiento del 4 por ciento para educación, no se conoce de una reprogramación que asegure un sistema de calidad educativa.
El presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, dijo el viernes en rueda de prensa que si bien en sus dos años de gestión el presidente Medina ha introducido "variaciones de forma en la imagen presidencial", no ha resuelto los problemas básicos del pueblo ni ha generado el bienestar que la mayoría de la gente esperaba de un nuevo gobierno.
"En situaciones como el alto endeudamiento y elevado déficit fiscal, en la inseguridad ciudadana y la crisis eléctrica, el gobierno no ha tenido la voluntad política necesaria para hacer lo que nunca se había hecho y corregir lo que está mal", afirmó Vargas.
El dirigente opositor agregó que los productores y comerciantes no cuentan con incentivos para producir los empleos y riquezas que provean verdadero progreso para el pueblo, no se ha avanzado en un modelo de desarrollo que genere bienestar y prosperidad y en ámbitos tan importantes como la salud, el gasto de menos del 2 por ciento del PIB es insuficiente.