ESPECIAL: García Márquez, gran amigo de Cuba y de Fidel Castro (2)

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En 1994 el novelista participó en la solución de la crisis de los "balseros", cuando miles de cubanos alentados desde Miami, Estados Unidos, se lanzaron al mar en busca de mejoras económicas en embarcaciones precarias, problema que concluyó con un acuerdo migratorio entre La Habana y Washington.

En 1997, el escritor de "El amor en los tiempos del cólera" le llevó al entonces presidente estadounidense Bill Clinton un mensaje de Fidel Castro en el que propuso a Estados Unidos la cooperación en la lucha contra el terrorismo.

Gabriel García Márquez fue distinguido en 1982 con el Premio Nobel "por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real se combinan en un mundo ricamente compuesto de imaginación (realismo mágico)", según fundamentó la academia sueca.

El autor de "Crónica de una muerte anunciada" nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, en el norte de Colombia, y se le considera padre de esa corriente en las letras y parte del llamado "boom" de la literatura latinoamericana.

También se desempeñó como periodista y guionista de cine.

"Gabo" fue miembro de la Academia colombiana de la Lengua e impulsor de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (1994).

Su novela "Cien años de soledad" (1967), traducida al menos a 35 idiomas y con más de 30 millones de ejemplares vendidos, ha sido destacada como un clásico de las letras hispanas y de la literatura universal por la Real Academia Española.

Sus últimos libros publicados son "Memorias de mis putas tristes" (2004) y "Yo no vengo a decir un discurso" (2010), en el que recoge 22 de sus discursos para ser leídos en público.

Aunque nunca perdió su raíz colombiana, García Márquez pasó parte de su vida entre Cuba, España y México y también residió en París, Francian pero en la isla antillana deja, sin duda, un legado que va más allá de su brillante pluma, una amistad de décadas que desafió el tiempo y las críticas de los enemigos de la Revolución.