BEIJING, 9 ene (Xinhua) -- Después de una serie de conferencias clave sobre economía sostenidas el año pasado, se han establecido claramente el marco de reforma de China y las áreas cruciales.
Como han subrayado en repetidas ocasiones los altos líderes, China se enfocará más en la innovación, la calidad y la eficiencia de la economía que simplemente en la expansión del producto interno bruto (PIB) y en la aceleración del crecimiento económico.
Esto significa que China sacrificará su elevado índice de crecimiento para obtener los frutos de la reforma estructural, indicaron analistas, quienes dijeron que el país ha mostrado su determinación a enfrentar los desafíos.
China debe evitar enfocarse simplemente en las metas del crecimiento económico, que eran consideradas parte de la economía tradicional planificada y que son contrarias a la intención expresada por la nueva dirigencia de permitir que el mercado desempeñe un "papel decisivo", opinó Stephen Roach, investigador de alto nivel del Instituto Yakson de Asuntos Mundiales de la Universidad de Yale.
En realidad, la dirigencia ha estado buscando restar importancia a una cifra específica del PIB, y en cambio ha propuesto una "esfera racional de operación económica", lo que significa que las medidas de macrocontrol están destinadas a un "sector racional" que está cambiando constantemente con la potencial tasa de crecimiento de China.
"Cualquier modelo que prediga el crecimiento futuro del PIB de China debe incluir, para que sea válido, una variable que refleje los cálculos de la cantidad de las pérdidas ocultas sepultadas en los balances generales de los bancos", escribió en su blog Michael Pettis, profesor de la Facultad Guanghua de Administración de la Universidad de Pekín.
"Si no se hace, posiblemente no sea un modelo válido para describir la economía de China y sus predicciones serán inútiles", afirmó.
Al mismo tiempo, reducir la importancia del indicador del PIB demuestra que el gobierno central está empezando a poner énfasis en la calidad de la economía con el fin de lograr un equilibrio delicado entre crecimiento y ajuste.
Roach dijo que "el PIB desacelerado en realidad es bueno para China, siempre y cuando refleje la transformación estructural largamente esperada de la economía más dinámica del mundo".
"Una China reequilibrada puede crecer más lentamente por una simple razón: al obtener un creciente apoyo de la demanda de los consumidores encabezada por los servicios, el nuevo modelo de China adoptará una receta de crecimiento con un uso más intensivo de la mano de obra", afirmó.
"Los números parecen confirmar eso. El sector servicios de China requiere cerca de 35 por ciento más empleos por unidad del PIB que la manufactura y construcción, los impulsores básicos del viejo modelo", explicó Roach.
El ganador del premio Nobel Joseph Stigilitz pidió ordenar correctamente la desaceleración de China. "China permanecerá en el curso del crecimiento sostenible (pese a la desaceleración)..." y esto beneficia no sólo a China sino también al mundo en el largo plazo.