Nigeria, con una población de unos 170 millones de habitantes, enfrenta graves desafíos de seguridad que han paralizado las actividades económicas en algunos estados. La parte norte del país está afectada por la violencia, incluidos ataques de la secta Boko Haram. Se dice que la parte sur del país es un centro de actividades criminales, incluido robo de petróleo, secuestro y ataques y robos a mano armada.