Desde que el presidente de orientación islamista Mohamed Morsi fue destituido por el ejército en julio pasado, los militantes convirtieron a la península, que limita con Israel, en plataforma para sus ataques.
En los meses pasados, el ejército egipcio lanzó operaciones de seguridad de gran escala en coordinación con la policía para acabar con los escondites de militantes en la península.