Mandela, el primer presidente negro de Sudáfrica y Premio Nobel de la Paz, murió el jueves a la edad de 95 años después de una prolongada enfermedad pulmonar.
"Durante sus últimos años, Mandela desempeñó un papel muy limitado tanto en la política partidista como en situaciones nacionales. La situación política se ha desarrollado sin su participación directa y por lo tanto su ausencia no tendrá un importante impacto en la dirección de los acontecimientos políticos", dijo Kotze.
"Su presencia como estadista fue apreciada por todos, pero tuvo un valor más simbólico que alguna influencia directa en la dirección de los eventos", añadió.