La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, destacó este lunes la necesidad e importancia de aparcar las diferencias políticas que hay entre los distintos partidos del país en un esfuerzo para construir un país mejor.
En una feria rural en el estado de Paraná (sureste de Brasil), cuyo gobernador está afiliado al opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la mandataria de Brasil pidió una colaboración más estrecha con el Gobiernos por parte de todos los partidos y dijo que los días de discriminar a los gobiernos municipales y estatales que son de otro partido político ya han quedado atrás.
"Nunca nos fijamos en el color política, la preferencia religiosa o el equipo favorito del alcalde o el gobernador. Esto no puede ser un criterio para hacer alianzas", afirmó Rousseff.
La mandataria dijo que la participación de las administraciones locales es esencial para el éxito de los programas sociales del Gobierno federal, como el conocido Bolsa de Familia, en el que las familias con menos recursos reciben una gratificación si sus hijos asisten a la escuela y están al día de vacunas.
También hoy, en su programa semanal de radio "Desayuno con la Presidenta", Dilma Rousseff ya había pedido una mejor relación con las ciudades y los estados, y destacó las importantes inversiones a realizar en colaboración con los gobiernos locales para la construcción de escuelas, clínicas de salud pública, agua y red de alcantarillado, y los proyectos de pavimentación.
Dichas inversiones tendrán un coste de unos 66,8 billones de reales (33.400 millones de dólares). La presidenta de Brasil también reafirmó la promesa de su gobierno para construir 3.200 guarderías públicas y 1,1 millones de unidades de vivienda popular antes de finalizar su mandato, en 2014.