Al menos otros seis ejecutivos o funcionarios de Sinopec y Qingdao fueron destituidos de sus cargos administrativos y del Partido, y un funcionario de la zona del desarrollo donde ocurrió la explosión fue degradado, dice el texto.
Sinopec respondió diciendo que acatará completamente las sanciones y que tendrá presente la "lección de sangre".
La firma dijo en un comunicado que continuará cooperando con el gobierno local en el manejo de las secuelas del accidente y que revisará los peligros de seguridad en su red de ductos.