Con el propósito de revertir la tendencia a la baja de los flujos de IED, Obama delineó una serie de medidas a nivel federal para hacer que las compañias extranjeras inviertan en Estados Unidos.
En primer lugar, atraer la inversión extranjera será una prioridad para los embajadores de Estados Unidos.
En segundo lugar, los funcionarios de alto nivel, incluyendo el presidente, harán más esfuerzos para exponer los argumentos a favor de invertir en Estados Unidos.